El NO, aquel lugar desconocido...

I

Ayer, los venezolanos re-aprendimos como sociedad a decir que NO. Ayer, los venezolanos nos reencontramos en esa sencilla palabra que tiene la enorme cualidad de afirmar negando. Porque, ciertamente, decir NO es una afirmación, aunque suene a contrasentido.

El NO es de las primeras cosas que aprendemos en la vida: cuando nuestras madres o padres nos decían NO, en realidad casi nos estaban haciendo un favor. Decirle NO a un niño es poner límites, enseñar que el mundo (en realidad, la vida) no es ese paraíso uterino en el que somos complacidos ad infinitum. Un NO a tiempo es una bendición, un cable a tierra, "principio de realidad" como dirían los seguidores de Freud.

Convengamos en que a nuestro Presidente hace rato le hacían falta límites. Y las últimas semanas han sido pródigas en dárselos: basta recordar el incidente en Santiago de Chile con el Rey de España; las negativas a sus propuestas en la Cumbre de la OPEP; el incidente con el Presidente de Colombia y ahora el resultado del referendum. Asuntos políticos mezclados con asuntos psiquiátricos: toda una bomba de tiempo.


II

La alegría es bastante. En mi caso, añado, la tranquilidad. Al menos por unas semanas, mientras los distintos factores políticos se reagrupen y se reacomoden frente a la nueva realidad que ayer nos dimos en forma de votos.

Hay que analizar extensamente el impacto de la nueva realidad en los distintos actores. ¿Cómo administrará la victoria el llamado bloque del NO? ¿los partidos Podemos, Primero Justicia y Un Nuevo Tiempo? ¿el Movimiento Estudiantil? ¿el General Raúl Baduel? ¿Teodoro Petkoff?

¿Y cómo encajará la derrota el Presidente? ¿sus fanáticos seguidores? ¿los chavistas moderados? ¿los del chavismo sin Chávez? ¿José Vicente Rangel? ¿el CNE? ¿el TSJ? ¿la Asamblea Nacional? ¿la Fuerza Armada? ¿los humillados del PSUV?.

En realidad, los "administradores" de victorias y derrotas tienen una tarea titánica. Nadie se cree la reacción institucional del Presidente, aunque todos creamos que fue lo mejor. Pero no dejo de preguntarme si el comunicado del gobierno venezolano, el día que nos enteramos que el gobierno colombiano daba por terminada la mediación de Chávez, no era también una reacción institucional... que se desbarató a las pocas horas.

Nadie se cree, tampoco, lo de la diferencia milimétrica en los resultados. Todos sabemos que esa diferencia es mucho más grande. Y si la estabilidad del país dependió de ese maquillaje de los resultados, entonces el problema es muy grave.

La estrategia política de la oposición estuvo finamente tejida: las intervenciones desde la sede del Comando del NO; las visitas al CNE; la inmediata y feroz reacción cuando se impidió por la fuerza la entrada de los observadores del NO y la oportuna intervención de Raúl Baduel, dieron al traste con cualquier intento de desconocer los resultados reales.



III

Dentro del movimiento revolucionario están por pasar cosas. Las primeras reacciones, las fanatizadas, fueron de incredulidad. Las segundas reacciones, las más pensadas aunque impregnadas de dolor y rabia, dan cuenta de la profunda revisión que se viene encima. Tuve la oportunidad de leer algunos artículos escritos hoy en Aporrea.org (lo cual recomiendo, si les es posible), esos artículos escritos al calor de la derrota esbozaban las siguientes ideas:

  • "Hay que hacer limpieza dentro de la revolución porque hay mucha basura"

  • "El Presidente solito no puede hacerlo todo"

  • "Nos confiamos"

  • "Ganamos. Ellos no son nada"

  • "Radicalice esto Presidente"

  • "Nos descuidamos"

  • "La derecha contrarrevolucionaria se reagrupó"

  • "Hay que hacer algo con los medios"

  • "Globovisión envenenó a los nuestros"

  • "No estamos preparados para el socialismo"

  • "Chávez salió fortalecido"

  • "Hay mucho chavista malagradecido con la revolución y el comandante"
Palabras más, palabras menos ese era el contenido de diversos autores de esa página. La ideología atenaza las ideas, aunque suene extraña esa afirmación.


IV

La alegría indescriptible que se vivió ayer al conocerse los resultados, me hizo recordar al 6 de diciembre de 1998. Ambas fechas, con 9 años de distancia, las he vivido en el mismo lugar, lo cual para mí es un indicador importante.

El país aún no ha despertado a esta nueva realidad, aparte del sueño y cansancio acumulado. Pasamos una prueba de nervios única. Aún no estamos concientes de todas las implicaciones que todo esto puede tener.

Por eso pienso que el NO, para el país, es un lugar que se nos había hecho desconocido... y tenemos que transitarlo con las precauciones del caso pero con la esperanza de saber que siempre hay un lugar mejor y que, a veces, decir NO y que te lo respeten sirve para forjar caminos.

Aún queda mucho por hacer. Aprovechamos una pequeñísima rendija, quizás la última que había. Y la ganamos. Pero alerta. Seguimos siendo "ellos", "los fascistas-golpistas-terroristas" de siempre; los envenenados... el enemigo pues. Y al enemigo no se le conceden victorias sin que se piensen en próximas batallas.

Así quedó la tarima de Miraflores, con el muñeco gigante de Chávez (una sobada gigante al ego presidencial):



Los resultados por estados (el NO ganó en los más poblados):

1 Comentarios para la Caja:

Janecita. dijo...

Me encantó!

(Chiquita noche la de anoche).

Salud!