La tragicomedia del secuestro -III-

¡Que desgracia!

Es doloroso ver como continúa el show alrededor de la liberación de los tres rehenes. El "toma y dame" que están sosteniendo Álvaro Uribe y Hugo Chávez en este momento da asco. Según Chávez, Uribe es un mentiroso de siete suelas, que ha "dinamitado" una supuesta tercera fase de la "Operación Enmanuel".

Los hechos son, hasta este momento, que las FARC no han entregado a los rehenes. Que Chávez no ha podido cumplir su palabra ni ha podido seguir el show. Según Chávez, siguiendo una lectura de una misiva escrita por las FARC, ha habido pésimo tiempo en la selva y esto ha sido desmentido por Colombia (¿acaso no hay posibilidades de ver el estado del tiempo por internet? ¿no es posible saber si hoy hay o no hay nubes o lluvia o mosquitos o qué se yo).

Uribe dice: Las FARC mienten. El estado colombiano cumple.

Chávez dice: no tengo razones para dudar de las FARC, pero sí del gobierno colombiano.

Es decir, tenemos un Presidente que confía ciegamente en un grupo guerrillero-terrorista, que ha dado muchas razones para desconfiar. A Chávez, parece que las FARC sí les han cumplido, como con buen olfato periodístico -aunque me cueste decirlo- le pudo sacar Vanessa Davies al Presidente en esa especie de rueda de prensa íntima telefónica que están teniendo en este momento.

Los pobres muchachos de las FARC no pueden cumplirle a su Presidente Chávez porque Uribe es un maluco "dinamitador" de procesos tan transparentes como la entrega de unos rehenes. Uribe es demasiado maluco, porque ahora duda que al pobre Enmanuel -quien lleva el nombre de la operación humanitaria- lo tengan secuestrado las FARC. ¡Cómo es posible que digan que los muchachones de las FARC no tienen al niño, si las FARC me lo dijeron y me lo juraron!

Es demasiado. Este show llegó demasiado lejos.

Yo me pregunto, ¿será que las FARC al verse acorraladas por el show mediático de Chávez y su insistencia en obtener réditos políticos de ésto, han decidido "bajarle el copete" y ponerlo en su lugar? Claro, la culpa siempre será del maluco dinamitador de Uribe.

Dios quiera que todos los rehenes de las FARC, todos nuestros presos políticos -que son más de los 36 amnistiados hoy por Chávez- y todos los que han sido y son víctimas de algún tipo de opresión dentro de nuestros países, puedan tener en el 2008 su libertad sin condiciones y sin magnanimidades de nadie.

Porque la libertad no se regala, se conquista.

¡Feliz 2009!

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