Natural Born Killers -o el show de las FARC, Chávez y Oliver Stone-


Realmente escandaloso, por no decir asqueroso, lo que vimos ayer con el comienzo de la "Operación Transparencia" -o "Emmanuel", como ha aclarado el propio Chávez-, que tiene como objetivo el rescate de 3 de los rehenes secuestrados por las FARC en las selvas colombianas.

Si ya la rueda de prensa con medios internacionales del día 26 convocada en el Palacio de Miraflores por el presidente Chávez, había sido calificada de "show mediático", no se qué calificativo podría tener el performance de ayer en el estado Táchira.

Un Chávez en su salsa: en medio de periodistas de preguntas fáciles y socarronas; uniformado como si él mismo fuese a salvar a los rehenes o tal vez disimuladamente disfrazado de Navidad, uniforme verde, franela y boina roja y bolas de adorno; una ristra de personajes internacionales haciendo de barra involuntaria, con la notable incomodidad de los enviados de Brasil, Bolivia y Ecuador, a excepción del expresidente Kirchner, quien sí sabía qué es lo que se está jugando allí; unos helicópteros de fondo; militares de guardaespaldas del héroe; unos cuentos sacados de la vida misma del héroe -¿qué tal si Chávez, en vez de militar, se hubiese convertido en "cuentacuentos"?-, y la magnífica presencia de esa super estrella de Hollywood, de esas que son incómodas y le cantan las verdades en su cara al establishment norteamericano, viviendo de ese mismo establishment al cual tanto critican... me refiero a Oliver Stone.

Cuando vi a este señor, a quien Chávez presentó en medio de bromas ("hasta tenemos un representante de Bush, el señor Stone jajaja"), esas bromas típicas de adolescentes que quieren simplemente arrancar risas de su auditorio también adolescente; pensé en que esa extraña presencia cinematográfica en medio de la seriedad que debería caracterizar a un rescate de rehenes, no era más que una filmación de una escena de alguna pelicula o documental. Incluso, cobrarían sentido todas esas fabulaciones de Chávez como parte de un guión escrito por alguien más. Aunque esas son las fabulaciones que se le disparan con cierta frecuencia al Presidente cuando está en medio de un episodio importante.

Hay ciertas afirmaciones de Chávez que no dejan de preocupar, pues las ha ido lanzando goteadas, como si no fuesen muy importantes: de un tiempo a esta parte está empeñado en decir que Venezuela y Cuba son una misma nación; que somos la misma vaina pues, que esa revolución de Fidel es un antecendete claro y legítimo del golpe de 1992. A eso ya nos estamos acostumbrando. Sin embargo, últimamente, desde que se proclamó negociador unilateral con las FARC y ha tenido esas peleas de marido y mujer con Uribe (la única forma que ha tenido Chávez para ejemplificar esa pelea con el Presidente Uribe ha sido comparándola a las peleas de novios); nuestro Presidente se ha empeñado en decir que él ama a los colombianos, que él se siente un colombiano más, que al final somos los mismos -excepto las putrefactas oligarquías, claro-, que nuestros ríos todos se interconectan, que las montañas son las mismas ("yo estuve en aquella montaña, más allasito de esa selva, con mis muchachos"... dice el héroe apuntando hacia una montaña X y con la mirada perdida en un horizonte de infinita grandeza).

Todas esas expresiones no son malas en sí mismas. Es sabido que es más lo que nos une que lo que nos separa de los colombianos, antropológica y socialmente hablando. Pero para Chávez, esa "mismidad", ese "somos la misma vaina", tiene un sentido político importante: ensanchar las fronteras del gobierno del grande hombre, o sea, de él. Curioso que ese mapa de Colombia y Venezuela, mostrado en la rueda de prensa en Miraflores, no tuviese delineada la frontera que divide a ambos países. Total, si ya somos con Cuba y Bolivia una misma vaina, pues Colombia no debería ser menos.

Dentro de todo esto, pienso en una hipótesis medio loca pero no fuera de la irrealidad que mueve nuestra política: ¿qué tal si nuestro Presidente nos anuncia un día de estos que se casa con Piedad?

¿Permitirán las constituciones vigentes de Colombia y Venezuela que el Presidente o Presidenta de un país se case con el Presidente o la Presidenta de otro? ¿No sería el peor de los escenarios para ambos países? Piedad Presidenta y Chávez Presidente... y Marulanda con Rodrigo Granda y el Mono Jojoy, los padrinos mágicos.

Estamos en la tierra de lo posible.

Pero volviendo a Oliver Stone y el show del rescate de rehenes. No hay que negar que ha escrito, producido y dirigido excelentes películas, algunas ganadoras de máximos galardones:

  • Midnight Express (1978)
  • Mad Man of Martinique (1979)
  • The Hand (1981)
  • Conan the Barbarian (1982)
  • Scarface (1983)
  • Year of the Dragon (1985)
  • 8 Million Ways to Die (1986)
  • Salvador (1986)
  • Platoon (1986)
  • Wall Street (1987)
  • Talk Radio (1988)
  • Born on the Fourth of July (1989)
  • The Doors (1991)
  • JFK (1991)
  • Dave (1993)
  • Heaven & Earth (1993)
  • Natural Born Killers (1994)
  • Nixon (1995)
  • Freeway (1996)
  • U-Turn (1997)
  • Any Given Sunday (1999)
  • Persona Non Grata (2003)
  • Comandante (2003)
  • Alexander (2004)
  • Looking for Fidel (2004)
  • World Trade Center (2006)
Toda una historia dedicada al cine. Pero su presencia en el rescate de rehenes me parece innecesaria, desagradable y "fuera del perol", como diríamos los venezolanos. Si quiere hacer cine o un documental acerca de Chávez, ese es su problema -aunque es nuestro dinero seguramente-, pero al menos que espere a que se desarrollen los acontecimientos y los 3 rehenes y los miles adicionales secuestrados retornen a sus hogares. Si se tomó cinco años para dar a luz una película sobre el 11 de septiembre, algo así de tiempo debería tomarse para esto. Lo demás, es una sinvergüenzura que no debería permitirse.

Una de sus películas que más me ha llamado la atención es "Natural Born Killers" o "Nacidos para Matar" (o "Asesinos Natos", como se le llamó en España). La crudeza de la violencia transformada en espectáculo mediático dio mucho que hablar en su momento. Era, sin dudas, una premonición de lo que hoy está ocurriendo: la violencia del secuestro producida por las FARC y la melcochosa permisividad de Chávez versus la "inflexibilidad" y lo "maluco" de Uribe, son hechos que merecen que todo el aparataje de los medios de comunicación revolucionarios se postren a los pies de los "buenos" (Chávez y las FARC, obvio).

En ese reparto faltan Fidel, Evo y Daniel Ortega. Supongo que para ellos está reservada una aparición estelar en la escena final: el abrazo perpetuo de toda la izquierda mundial unida en la reunión de Chávez con Marulanda en la selva colombiana.

Pero, ni nosotros ni Oliver Stone debemos olvidar quiénes son los verdaderos "asesinos natos" de esta historia.

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