Venezuela, oposición y elecciones

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La oposición venezolana, formalizada en los partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil, reunida en la llamada Mesa de Unidad Democrática, se encuentra hoy entrampada en sus propias contradicciones.

Lo que hemos visto los últimos días en las "negociaciones" de las candidaturas para la Asamblea Nacional, es el fiel reflejo de que las arrugas no se pueden correr hasta el infinito y que las malas decisiones tarde o temprano traen consecuencias.

Ha sido muy decepcionante ver las peleas en Carabobo entre Proyecto Venezuela y Acción Democrática (entre Henrique Salas Röemer y Henry Ramos Allup); en Miranda entre Primero Justicia y Copei (Julio Borges y Enrique Mendoza); Voluntad Popular, a través de Leopoldo López, versus la MUD; candidatos independientes versus la MUD; Yon Goicoechea versus su partido Primero Justicia y la MUD; los estudiantes versus los líderes políticos tradicionales.

Demasiadas costuras. Demasiada arenas movedizas.

Según mi opinión, uno de los grandes errores de la dirigencia política (joven o vieja, partidista o independiente) fue hacer de las elecciones de la Asamblea Nacional un caso inútil de "patriamuertismo"... es decir, o ganamos eso o se acabó el juego.

Ese ha sido el leit motiv que Chávez ha impuesto a todas las elecciones. "Si no ganamos se pierde la revolución", "si perdemos vienen por mí", etc. Y es ahora el leit motiv que la dirigencia opositora le impone a esta elección.

Aclaremos. TODA elección es importante, y quienes participan quieren ganar. Eso está claro. Y ese no es el problema. Lo que pasa es que las elecciones son instrumentos para algo, no son trofeos per se.

No me gustan los dogmas respecto a la participación o a abstención. Ambos son formas de lucha política... que deben estar acompañadas de un programa de acciones políticas! Me da rabia cuando escucho a un Julio Borges decir que él no estuvo de acuerdo con retirarse de las elecciones parlamentarias del 2005, que él dijo lo contrario. El problema no era retirarse o quedarse en las elecciones, el problema es que no había ningún plan para el día siguiente.

La abstención del 2005 fue, a mi juicio, un triunfo político de un sólo día. Nadie pensó en qué hacer ni cómo capitalizar un triunfo semejante. Allí se perdió verdaderamente la Asamblea.

Por eso, el problema ahora no es ganar por que sí la Asamblea Nacional. Podríamos tener mayoría calificada... pero qué hacer con eso si no hay un plan?

La dirigencia opositora tiene casi un año repitiendo hasta la náusea que vamos a ganar la Asamblea Nacional. Que desde allí prácticamente se va a desmontar lo (mal) hecho por el gobierno chavista. Que del Capitolio a Miraflores lo que hay es un brinquito para terminar con la pesadilla.

El meta-discurso de la dirigencia opositora ha sido: la AN es la última frontera, el límite con el que el gobierno se topará y empezará a retroceder. El principio del fin del chavismo y el comienzo de un próximo gobierno de la oposición.

Nada más falso.

No creo que el chavismo (es decir, quien tiene el poder fáctico) piense igual. Repasemos la historia reciente: en el 2007, el gobierno perdió el referendum para la reforma constitucional... pero no le importó. Chávez ha aplicado ilegalemente los principales lineamientos de su reforma, con la complicidad de los poderes públicos del país.

En el 2008, el gobierno perdió las gobernaciones de Miranda, Zulia, Carabobo, Táchira y Nueva Esparta; y las alcaldías de Sucre y Alcaldía Mayor en Caracas. ¿Acaso el gobierno central ha respetado esos resultados? La Alcaldía Mayor fue despojada de casi todas sus competencias y le fue impuesta una estructura paralela... igual ocurrió con la gobernación del Táchira, permanentemente acosada por el gobierno central. Ganamos... ¿pero había un plan para combatir las acciones "cantadas" del gobierno?

¿Quién dice que a la supuesta futura mayoría opositora no le tengan una sorpresita mayúscula a la vuelta de la esquina? ¿O es que nadie se ha paseado por ese escenario? Entre el éxtasis de las peleas internas y la precampaña electoral, no he escuchado a ningún aspirante a diputado decir nada al respecto.

¿Qué harán el día de mañana cuando el gobierno central les imponga una estructura legislativa paralela? Es una pregunta que yo haría inmediatamente a TODOS los precandidatos de la oposición.

El problema es que todos los dirigentes quieren ser diputados (con razón o sin ella). Nadie quiere quedarse por fuera y son centenares de aspirantes. El problema es que ahora los dirigentes juveniles (que antes fueron estudiantiles) ahora quieren cobrarle a la dirigencia partidista su inacción de calle durante los últimos años y la dirigencia partidista está cobrando a los estudiantes su desplazamiento en los afectos populares. El problema es que están topando con la realpolitik partidista, esa que está hecha de negociaciones y tragarse sapos y no solamente de inscribirse, marchar y ponerse franelas del color respectivo.

Para Goicoechea, Sánchez, Rivas y demás dirigentes juveniles, tal vez no sea el momento para una AN. ¿Cuál es la propuesta que pueden llevar? ¿Quién se los imagina en alguna "disertación" contra Cilia Flores; Iris Varela; Carlos Escarrá; Desireé Santos Amaral? ¿Es que acaso tienen la piel tan curtida como para resistir los embates de un oficialismo irrespetuoso, violento? ¿Van a aguantar todos los días las arremetidas de los colectivos chavistas a las puertas de la Asamblea? ¿Veremos otra vez el triste espectáculo de ver a diputados arrastrados por el suelo por la GN? ¿O intentando saltar una cerca para entrar al Hemiciclo como pasó al comienzo de este gobierno?

Es increíble que nadie hable de esas cosas, que son hechos que van a ocurrir. ¡Ni siquiera se habla de los problemas inmediatos que tenemos los venezolanos!

Mientras tanto, el país está completamente desactivado, en una especie de paro general promovido por el propio gobierno... ¡y nadie fija posición!

Mientras tanto, la mayoría del país voltea para otro lado, se va de vacaciones y deja que los "políticos" se peleen por sus migajas... ¡y nadie fija posición!

Mientras tanto, el gobierno policial acelera su arremetida y se vuelve loco tratando de encarcelar y meterle miedo a todo el mundo... ¡y nadie fija posición!

Así estamos.

Luna roja (y llena)

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Casi una metáfora. La Luna llena que muestra hoy Caracas es de un apocalíptico color rojo viciado, ahumado.

La calina, esa humareda espantosa que cubre y ahoga nuestra ciudad desde hace muchos días, produce el fenómeno de la visión roja sobre nosotros.

Es la Luna llena de Pascua, además.

Quien sepa "conectar puntos", data, información, hechos, etc, se dará cuenta de que hay muchas razones para pensar que estamos en el final de una era, de un momento histórico. Y no hablo sólo de lo político, que ya de por sí la era actual está llegando al punto final. Hablo de que, como país, estamos por tocar aquella quimera llamada "fondo"... o al menos algo que se le parece mucho.

La destrucción del país es por todos los flancos: ecológico; económico; social; político; electoral; producción; seguridad; Estado; etc. Poco quedará en pie tras el derrumbe que premonitoriamente advirtió la naturaleza en 1999 (recordemos la tragedia de Vargas).

Esa Luna Llena y roja habla de anuncios. De recta final. De cambios inmediatos. De aceleración de los acontecimientos.

Que esa Luna no sea sólo de advertencias, premoniciones y finales... que sea el comienzo de nuestra entrada luminosa al siglo XXI... siglo al que aún no hemos podido llegar.

Momento retro

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A medida que uno va "creciendo" -envejeciendo sería más honesto-, la música se convierte en una verdadera experiencia de memorias encontradas.

Esta canción, Break my stride (Matthew Wilder), salió a finales de 1983. Presumo que acá en Venezuela la escuché ya en 1984. Lo cierto es que mis recuerdos van por ahí, por los 12 - 13 años de edad.

Una canción muy pegajosa, que me ha devuelto un estado de ánimo particular a partir de las memorias evocadas. Todo un clásico del pop de principios de los 80´s.

Venezuela apagada

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Como si fuesen pocas las calamidades de los venezolanos (inseguridad; escasez de energía eléctrica; escasez de agua; incendios forestales devastadores; desabastecimiento e inflación; entre muchas otras), al presidente Chávez se le ocurrió la idea de apagar el país por 3 días.


Tradicionalmente, en Venezuela son días laborables los lunes, martes y miércoles de la Semana Santa. Jueves y Viernes son parte de las vacaciones, tanto en el sector público como en el privado.

Este año cambiaron las cosas. El presidente ordenó decretar feriado lunes, martes y miércoles para "ahorrar electricidad". No para estimular la flojera, según sus propias palabras.

Una decisión que, por supuesto, no fue consultada con ningún sector productivo del país. Ni siquiera con trabajadores, mucho menos con empresarios o tan siquiera los supuestos colectivos organizados bajo el nombre de consejos comunales.

Por supuesto, una decisión como ésta tiene muchas aristas difíciles de limar: una cosa es decretar feriados y prácticamente ordenar que nadie trabaje, y otra cosa es darse cuenta a los dos días que hay sectores que deben trabajar (distribuidores de alimentos; bancos; centros comerciales; entre otros). Y que esos sectores que trabajan tienen que hacerlo a medias: los centros comerciales abren al mediodía... AL MEDIODÍA!!!!... y a media luz, porque algunos han sido multados o amenazados con el cierre si no cubren una cuota de electricidad impuesta.

¿Cómo podemos ser productivos si el discurso dominante que emana del poder estimula exactamente lo contrario? Y, además, encuentra eco entre sus fanatizados oyentes.

Este es parte del coctel discursivo:
  • Desestimulo a la inversión privada, porque lo privado es sospechoso por naturaleza.

  • Al ser sospechoso por naturaleza, debe ser vigilado, "prensado" y perseguido hasta encontrarle "la caída".

  • El Estado, como inmensa madre sobreprotectora (ni siquiera como un padre, pues en Venezuela el arquetipo paterno es irresponsable, o al menos distante), expande su presencia y sus tentáculos para "abrazar" - arrasar, también quedaría bien- todo lo que se atraviese en su camino.

  • El presidente Chávez, el mejor representante de esa presencia maternal, sobreprotectora y asfixiante, destruye todo lo que es NO-CHÁVEZ.

  • Como es sobreprotector, prefiere que sus "hijos" no hagan nada a cambio de mantenerlos cerca. El Estado estimula las famosas "misiones" en las que se paga sin hacer mucho trabajo productivo, recorta el horario de trabajo en el sector público (a cuenta de racionamiento eléctrico) y da días feriados como si cualquier cosa.

  • El Estado promueve el consumo "salvaje" al poner en circulación mucho dinero (lo que llaman Liquidez Monetaria). Al aumentar la demanda, la oferta tiene que aumentar también... lo que estimula la importación masiva de productos que han dejado de producirse aquí. Se da el fenómeno de que todo el mundo quiere ser "comerciante" o "vendedor", pero pocos producen.

  • Al agotarse los recursos para financiar masivamente a medio país y para importar lo que consume todo el país, vienen los recortes y los llamados a disminuir el consumo salvaje que antes promovieron. Hoy, se sanciona el consumo de electricidad y se nos obliga a vivir en penumbra.
Así se apaga un país. O así se cocina, más bien. A fuego lento... como la rana del cuento.

El infierno venezolano

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I

Hay varias versiones de un chiste sobre el "infierno venezolano". Veamos:

Un hombre muere, y va al infierno. Allí descubre que hay un infierno para cada país. Va primero al infierno alemán, y pregunta:

- Qué te hacen acá?; y el ultimo en la fila le dice:
- Aquí, primero te ponen en la silla eléctrica por una hora, luego te acuestan en una cama llena de clavos por otra hora, y el resto del día, viene el diablo alemán, y te da latigazos.

Al personaje no le gustó nada, y se fue a ver en que consistían los otros
infiernos.

Tanto el infierno estadounidense, como el ruso, y el resto de infiernos de distintas naciones hacían lo mismo; entonces, ve que en el infierno venezolano hay una fila llena de gente esperando por entrar.

Intrigado, pregunta al ultimo de la fila:

- ¿ Qué es lo que hacen acá?; y el individuo le dice:
- Aquí te ponen en una silla eléctrica por una hora, luego en una Cama llena de clavos por otra hora, y el resto del día, viene el diablo venezolano, y te da latigazos

- ¡Pero es exactamente igual a los otros infiernos!; ¿porqué hay aquí tanta gente queriendo entrar?.

- Porque nunca hay luz, la silla eléctrica no sirve, los clavos de la cama se los robaron todos; y el diablo viene, firma y se va.


"Llega una persona que fue muy mala al infierno venezolano, y pasan días y días y nadie lo castiga o lo tortura, hasta que decide quejarse y preguntar qué es lo que pasa y se encuentra a un demonio y le pregunta: - oye, tengo días acá y no ha pasado nada, que pasa?, a lo que le responden: - estas en el infierno venezolano, acá la cosa es así, el castigo consiste en que te tienen que llenar de mierda, pero, cuando esta la mierda y el balde, no está la persona que te lo hecha, cuando esta balde y la persona, no está la mierda y cuando esta la persona y la mierda no está el balde”.
Todo gira en torno a reírnos de nuestra propia incompetencia. El chiste es vernos reflejados en nuestra propia idiosincracia, revolcarnos en nuestro lodazal de pequeñas trampas y corruptelas que amenizan lo cotidiano.

II

Pero el infierno venezolano tiene más facetas, aparte de la reflejada en los chistes.

Nuestro infierno está en la profunda incompetencia de nuestra clase dirigente para tratar temas fundamentales del país: la seguridad personal; la salud; la seguridad social; el poder adquisitivo; la inflación; la producción y abastecimiento normal y constante de alimentos; la industria; seguridad jurídica; mantenimiento de infraestructura; suministro de energía eléctrica y agua; transporte público; las relaciones internacionales; etc.

Son innumerables los desaciertos y las metidas de pata a todo nivel. El deterioro es más profundo que ni programado hubiese sido tan efectivo. Por donde se mire, el país se derrumba ante los ojos deprimidos y temerosos de muchos venezolanos, y ante los ojos incrédulos de otros tantos que prefieren no ver a enfrentarse al desastre.


III

Noticias como el asesinato de dos mujeres en Parque Caiza en Caracas, luego de ser robadas y abaleadas; el peligroso tejido que armó el gobierno venezolano con las FARC y ETA; el vergonzoso pasodoble que bailan Chávez y Zapatero, fisgoneados de cerca por el insólito canciller español Moratinos; los cortes programados y no programados de electricidad en casi todo el país (con excepción de Caracas); las amenazas de suspensión del servicio eléctrico a quienes sean "altos consumidores"; la pelea interna del chavismo (Henry Falcón - PPT vs. Chávez - PSUV; TSJ vs AN); las más aún vergonzosas peleas por las candidaturas de la oposición...

Hago un paréntesis para hablar de las candidaturas de la oposición a la Asamblea Nacional. La sorda pelea entre Enrique Mendoza y Julio Borges, así como entre Henrique Salas Röemer y Henry Ramos Allup; así como entre Leopoldo López (Voluntad Popular) y la Mesa de Unidad; así como entre presos políticos y políticos de la Mesa; así como entre candidatos independientes y candidatos de partidos... todas esas peleas generan profundos desencuentros entre opositores.

Para unos, es la confirmación de que la "oposición" de los partidos trabaja para Chávez y el chavismo ramplón del PSUV.

Para otros, es la confirmación de la pobre casta de políticos que tenemos, lo que nos hace "merecedores" de ese castigo tremebundo llamdo Chávez.

Para algunos, es normal y sana la discusión "democrática" pero apasionada entre partidos.

Para otros, es la confirmación de los peores temores que siempre han existido sobre Borges, Allup, López, Mendoza; Salas Röemer: sólo se disputan las sobras, cual carroñeros mostrándose los colmillos listos para despellejar lo que se atraviese.

Para mí, es una confrontación inútil, de muy baja calidad política, totalmente desmoralizadora y desmovilizadora.

No creo en dogmas como "participar porque sí" o "abstenerse porque sí", ni tampoco creo en "primarias porque sí" o "consenso porque sí". El momentum político da la pauta y el olfato sumado a la experiencia son los que determinan el mejor proceder.

En este caso, creo que tienen razón quienes argumentan que la Mesa de Unidad debe privilegiar la participación (léase, primarias). Ahora bien, estos mismos factores debieron organizarse previamente y PARTICIPAR en la Mesa de Unidad, simplemente para que su protesta no sea vista como sabotaje calculado. Ese es el caso de Voluntad Popular y Leopoldo López.

Pero lo de Borges y Mendoza raya en lo insólito. Ambos fueron factores determinantes de la Mesa de Unidad y ambos quieren el llamado "puesto salidor" en la Asamblea Nacional.

En este punto desesperante, no hay mejor resolución de estos conflictos que la consulta popular. Lastimosamente, no podrá ser posible en todos los casos por falta de recursos, COSA QUE LA MESA DE UNIDAD Y TODOS LOS FACTORES DE OPOSICIÓN YA SABÍAN DESDE HACE TIEMPO!!

Creo que se dejó correr la arruga para el peor momento: cuando el país se está cayendo (transformado en un insólito e inhóspito infierno venezolano), nuestros posibles representantes a la AN están insultándose entre ellos. Cuando Venezuela tiene encima la peor acusación internacional (asociación y colaboración con terrorismo), Ramos Allup y Salas Röemer se desgañitan para descalificarse. Mientras el país se apaga lentamente, Borges y Mendoza se pelean por un puesto salidor.

Así estamos.