Parece mentira que, hace no tantos años, la publicidad en Estados Unidos (y supongo que en otros lados también) se apoyó en doctores como voceros para marcas de cigarrillos. Una barbaridad a la luz de nuestra era, pero algo normal en aquel entonces.
El espíritu de los tiempos (el "zeltgeist") alcanzaba para que las industrias cigarrera y publicitaria sintieran que era perfectamente legítimo hacerlo.
Sin dudas, una curiosidad hoy en día, recuerdos de otros tiempos más ingenuos (aunque no por ello carentes de responsabilidad). Más allá, también un llamado a la reflexión. ¿Acaso no estaremos haciendo lo mismo hoy? ¿Acaso algunos productos que hoy se venden libremente sin mayor problema no serán el día de mañana ejemplos curiosos de la "ingenuidad" de nuestra época?
Es como para pensarlo.
PD: después de escribir este post, me encontré en YouTube con otra joyita relacionada con el mismo tema. Mis muy apreciados "Picapiedras", en sus inicios, fueron patrocinados por la marca de cigarrillos Winston. He aquí cómo se veía:
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