Al amanecer del día de hoy, un sector popular del oeste de la ciudad de Caracas amaneció en zozobra. ¿El motivo? El cierre de las entradas y salidas del "23 de Enero", producto de la protesta de algunos sectores de la población, que impidió la circulación del transporte público y privado, además de impedir el movimiento de personas en las calles.
Históricamente, la parroquia 23 de Enero ha sido parte importante de los acontecimientos de las últimas 5 décadas del país. Nace como una urbanización a comienzos de los años 50, durante el gobierno del General Marcos Pérez Jiménez, como parte de un proceso de reurbanización de la ciudad.
El 23 de Enero se llamaba originalmente "2 de Diciembre", como homenaje a la fecha en que el General Pérez Jiménez tomó el poder.
23 de Enero fue el nombre dado por el pueblo caraqueño, tras la caida de la dictadura en el año 58, a los bloques construidos en 1955 por el Banco Obrero y que Pérez Jiménez había llamado urbanización 2 de Diciembre.Comúnmente conocida como "el 23", este sector de la ciudad es fuente inagotable de leyendas urbanas: se dice que es el nido de la ultraizquierda; donde se esconden armas de grueso calibre; zona chavista por excelencia, donde no se mete ni el Ejército; etc. Es la parte del país donde hacen vida algunas agrupaciones conocidas por los caraqueños: Coordinadora Simón Bolívar; Tupamaros; Zapatistas; Colectivo Alexis Vive; Carapaica y otro montón más... todos identificados con el "proceso revolucionario", fieles al presidente Chávez, aunque no todos creen en la política como vía de acceso al poder.
Es a partir del año 1967 cuando se funda la parroquia 23 de Enero, por parte del consejo municipal, debido al ensanche urbanístico, las migraciones y el aumento poblacional y la necesidad de crear más servicios públicos. Desde esa fecha el crecimiento poblacional se ha acentuado convirtiendose en una de las parroquias más populosas de la ciudad.
Esta dividida en diferentes sectores: Monte Piedad, La Cañada, Sierra Maestra, Zona E, Zona Central, El Observatorio y El Mirador.
Fuente: Geocities
El 23 hoy amaneció entre balas y barricadas, como muestra de rechazo a las investigaciones y supuestas medidas represivas tomadas por el gobierno a raíz del atentado contra la sede de Fedecámaras (agrupación de empresarios), en el que murió uno de los que manipulaban una bomba, perteneciente a uno de estos grupos mencionados.
Esta es parte de la reseña de Univisión:
Barricadas en "paro revolucionario" contra la represión y persecución oficial
Barricadas con neumáticos y desperdicios en llamas marcaron el inicio de un "paro popular y revolucionario contra la represión y persecución política" que se adelanta hoy en una zona popular de Caracas por grupos supuestamente afines al Gobierno.
La protesta en el populoso barrio 23 de Enero, de la zona oeste de Caracas, rechaza las investigaciones policiales sobre los autores de un atentado con un explosivo que el 24 de febrero pasado mató a quien lo colocaba en la sede del gremio patronal Fedecámaras.
Un comunicado distribuido en la zona y firmado por una veintena de organizaciones de esa barriada caraqueña pide "honor y gloria" a ese fallecido, identificado como Héctor Serrano.
De igual forma, explica que el "paro popular y revolucionario contra la represión y persecución política" rechaza la investigación policial contra Juan Montoya, otro dirigente barrial supuestamente involucrado en el mismo atentado.
Esta protesta no fue aplacada por la policía revolucionaria, tal y como ocurre cada vez que grupos de oposición cierran una calle. El problema no era tanto el cierre de vías, que ya de por sí es complicado. El problema era la presencia amenazadora de un arsenal de armas de guerra en manos de estas joyitas que se dicen revolucionarias.
La ley de la selva, lo llaman.
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