Suenan las cacerolas... en Argentina

En este momento, en Buenos Aires se están produciendo protestas y enfrentamientos en contra del gobierno de Cristina Kirchner.

Las protestas han comenzado con un gran cacerolazo en la calle contra el gobierno. Las manifestaciones se complicaron con la llegada de "los piqueteros" (suerte de círculos bolivarianos argentinos que respaldan al gobierno).

La raíz de los enfrentamientos viene de un paro que los sectores rurales del país mantienen desde hace casi dos semanas, respecto a medidas aplicadas por parte del gobierno. Las noticias revelan lo siguiente:

Infobae:

Los ruralistas representados en Carbap, Coninagro, Sociedad Rural y la Federación Agraria resolvieron que la huelga continuará hasta que "el Gobierno revea su posición" con respecto al sistema de retenciones, según anunciaron esta tarde en una conferencia de prensa.

"Ante la falta de respuesta del Gobierno nacional, se ratifica la continuidad de la medida. El paro es comercial, por lo que se continúa con las actividades de cosecha. La distribución de leche y otros productos, o sea la entrega a las industrias, no se tiene que ver afectada", anunció Eduardo Buzzi, luego de una reunión que mantuvieron los principales referentes del sector en San Telmo.

"El apoyo del interior garantiza el éxito de la protesta", afirmó el vocero rural y agregó que en esta oportunidad "ni siquiera se ha tenido una respuesta negativa por parte del Gobierno".

"Tanto la carne como la leche se van a ver con problemas. Pero los que dejan sin productos al país son estas políticas económicas nocivas", afirmó paralelamente Mario Llambías luego de la reunión.

BBC Mundo:

El paro es contra la decisión del gobierno de aumentar los impuestos a las exportaciones de soja y girasol hasta el 45%. Esta medida afecta sobre todo a los medianos y pequeños agricultores del interior del país, quienes ven muy reducida su rentabilidad.


La presidenta emitió un duro discurso contra el sector, diciendo las siguientes palabras:
La presidente Cristina Kirchner se refirió hoy a la protesta que realizan desde hace 13 días los productores rurales. Lejos de adoptar una posición de consenso, la mandataria cuestionó el paro del campo, convocó a los ruralistas "a la reflexión", les pidió "paciencia" a todos los argentinos y enfatizó: "No me voy a someter a ninguna extorsión".

La Jefa de Estado hizo una comparación entre las manifestaciones sociales que enfrentó el Gobierno de su esposo, Néstor Kirchner y las actuales protestas rurales. "Aquellos eran los piquetes de la miseria y la tragedia. Ahora estamos ante los piquetes de la abundancia", dijo.

En la misma línea, calificó la medida como "un paso de comedia" y dijo que "hay sectores que insisten en las mismas prácticas de siempre".

Esas antipáticas palabras (con tono familiar para nosotros), generaron la protesta popular de parte de quienes apoyan a "los rurales" en su reclamo y contra la posición inflexible de la presidenta.

Sigue BBC Mundo:

Mientras numerosos agricultores protestaban en el interior, miles de personas se manifestaron en la Plaza de Mayo y el Obelisco, en el centro de Buenos Aires, contra la actitud del gobierno frente al campo.

La falta de productos comienza a notarse en las neveras de los supermercados.


"Olelé, olalá si éste no es el pueblo, el pueblo dónde está", cantaban con bombos, mientras ondeaban banderas.

En algunos barrios de Buenos Aires se organizaron cacerolazos y bocinazos de consumidores cansados de la escasez de productos por lo que consideran la "inflexibilidad" de la presidenta Fernández.

De hecho, BBC Mundo pudo comprobar que en muchos mercados hay escasez de carne, leche y sus derivados. "Nos entregan mucho menos", nos explicó escuetamente un vendedor.

En algunos comercios se veían incluso letreros con explicaciones: "Informamos que los faltantes en algunos productos vinculados a la producción del campo se deben al problema de público conocimiento respecto del abastecimiento de los mismos".



Los cacerolazos volvieron a Buenos Aires, apenas a 7 años de la debacle ocurrida en Argentina a comienzos de siglo. Los recuerdos están demasiado frescos en la memoria, tanto de la población como de quienes hoy gobiernan a una Argentina que intenta crecer sobre su propia sombra.

Ojalá la situación se calme pronto. Argentina, como todos nuestros países, merece crecer en paz.

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