Es verdaderamente espeluznante el vértigo bélico que se ha apoderado de América del Sur las últimas 48 horas.
La ruptura de Ecuador de relaciones diplomáticas con Colombia indica que ya no hay marcha atrás: al verse descubiertos los nexos del gobierno ecuatoriano con las FARC (lo cual, más que un descubrimiento es una confirmación de algo que era vox populi), el gobierno de Correa da un salto adelante, rompe relaciones y anuncia una visita a Caracas el miércoles.
Mientras tanto, el gobierno venezolano también queda al descubierto: Colombia denunció tener pruebas de financiamiento del gobierno de Chávez a las FARC. Se habla de 300 millones de dólares y, peor aún, de la venta de 50 Kg de uranio por parte de Venezuela al grupo terrorista.
Venezuela, para tragedia de todos, se convirtió hace rato en un Estado al margen de la ley, paraíso de terroristas; del narcotráfico y de cuanta alimaña camine por el mundo. Encima, la espaguetada de sesos que tiene Chávez en la cabeza le incita a decir cualquier barbaridad, como aquella de comparar a Colombia con Israel, metiendo las narices en un conflicto del cual no tenemos ni arte ni parte.
Parece mentira que la reacción más "sensata" (si es que eso es posible) provenga de las mismas FARC, quienes dicen en comunicado que no creen que se detengan las negociaciones de paz. Astutamente, le han dejado el trabajo sucio a Chávez y a Correa. Por cierto, ahora la OEA va a tener que "mover ese rabo" y ponerse a trabajar en una solución multilateral a este grave problema. No olvidemos que la OEA, a través de la posición porosa de su jefe Insulza, ha dado largas al asunto, creyendo que lo que no se ve no existe.
¿Y qué vamos a hacer los venezolanos? ¿Seguir de brazos cruzados como hasta ahora? ¿Comprar el vacío de birras para ver la guerra por Globovisión o por VTV?
Esto no tiene vuelta atrás. Como en un perfecto juego de ajedrez, Colombia sabía muy bien lo que ocurriría si mataba a Raúl Reyes. Ahora, el escenario más probable es que Venezuela se le una a Ecuador en el coro de ranas anti-imperialistas, y también termine de romper relaciones con Colombia. Y si la cosa se pone buena, tal vez hasta Nicaragua siga el ejemplo. Estados Unidos también sabe lo que está haciendo. El Departamento de Estado y la precandidata Clinton se han pronunciado a favor de Colombia y contra las amenazas de Chávez. Adicionalmente, no deja de ser curioso que estén "tirando a la cabeza"(es decir, a Chávez) para que el efecto dominó arrastre a varios países. Chávez lo sabe, y por eso brincará hacia adelante tratando de salirse del cerco que tan minuciosamente le han tejido.
Chávez cayó redondito en la trampa. Ahora quiere arrastrarnos a los venezolanos y otros más. ¿Se lo vamos a seguir permitiendo?
Señores, ¡YA BASTA! ¡NO A LA GUERRA!
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