Nieve en Bagdad


Bagdad, capital de la vapuleada Iraq, fue sorprendida el pasado viernes con un fenómeno metereológico que no veía desde hace casi 100 años: una nevada.

Brevemente, Iraq es parte de ese difícil Oriente Medio. Está situado al suroeste de Asia. Limita al norte con Turquía, al sur con Arabia Saudita y Kuwait, al Noroeste con Siria, al Oeste con Jordania y al Este con Irán. Invadida por Estados Unidos desde el año 2003, Iraq está envuelta en una sangrienta guerra civil, donde diversas facciones se disputan el poder, luego de la ejecución de Saddam Hussein.

Iraq, un país con una extensión territorial de 437.072 km cuadrados y una población de 26. 783.383 habitantes. Es decir, casi la misma cantidad de personas que en Venezuela, pero en la mitad de nuestra extensión territorial.

Bagdad, ubicada al lado del legendario río Tigris, "posee un clima muy cálido, que supera fácilmente los 40ºC de máxima, los inviernos son suaves, las lluvias son escasas, y el cruce del río Tigris atenúa el efecto de la continentalidad". Esta histórica ciudad sufrió una nevada.

Algunos de sus habitantes vieron la nevada como un presagio de paz, esa paz que Iraq no vive desde hace unos cuantos años. Sin embargo, otros menos optimistas, vemos la "garra siniestra" del Calentamiento Global y todo el cambio climático que nos está generando en el planeta.

Como el caso de Bogotá el año pasado, los bagdadíes vieron con mucha sorpresa esta nevada. Si acaso, se habían visto granizadas, pero la última nevada registrada ocurrió en 1909. ¿Cosas del calentamiento global? ¿Cosas de un frente frío o una corriente de aire mal parada sobre la mítica Bagdad? ¿Un presagio de paz... o de otra cosa?

Estos fenómenos naturales están logrando, mejor que nada, la verdadera globalización: cualquier país, cualquier ciudad, cualquier grupo humano, podemos sufrir los efectos del cambio climático.

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