Mundo -o país- bizarro

"Soberanía alimentaria" es una frase que se ha convertido en otro comodín del lenguaje revolucionario - bolivariano - socialista. Nadie sabe exactamente qué significa pero todos los chavistas la usan.

Como todo lo que proviene de esa fábrica de insultos que es el presidente Chávez, la expresión "soberanía alimentaria" ha degenerado en una excusa para culpar a los demás de las propias incapacidades. Necesitamos soberanía alimentaria porque el imperio nos quiere bloquear. Necesitamos soberanía alimentaria porque empresarios lacayos andan en una conspiración para matar al presidente y, de paso, especular con los alimentos.

Pero mientras más "soberanía alimentaria" se supone que debemos tener, pues el gobierno revolucionario tiene casi 10 años en el poder, mayor es la escasez de los principales productos de la alimentación de los venezolanos. Si nos peleamos con medio planeta, bloqueamos la frontera con Colombia y cada vez producimos menos, los alimentos irán desapareciendo paulatinamente.

¿Qué es lo que está pasando? Una política económica estrangulada por una ideología retrógrada, ha sido rebasada por los acontecimientos. Cuando se amenaza a todo el que produce, invierte o trabaja, el resultado no puede ser bueno. Nadie puede producir -ni ideas, ni productos, ni nada- cuando está constantemente amenazado o cuando se es insultado.

¿Será que las vacas son golpistas y están complotadas para no producir leche en una suerte de huelga de "ubres caídas"? ¿Será que nuestras gallinas fueron infiltradas por gallos de la CIA para que no pongan huevos bolivarianos? Suena a plan desestabilizador fraguado en las granjas y fincas del país.

¿Es que no es más fácil decir que la producción de leche está paralizada porque sale más costoso producirla que venderla? ¿Acaso serán los productores bolivarianos tan bolsas como para producir a pérdida?

El único ente que se puede dar el lujo de hacer tal tontería -vender por debajo de costos -, es el Estado venezolano, de cuya responsabilidad no puede escapar el gobierno actual. Los distintos gobiernos, temerosos de posibles estallidos sociales, han creado ese monumento a la estupidez expresado en el precio de la gasolina:


Venezuela es el país donde el costo de la gasolina es el más bajo para el consumo directo de la población. El equivalente del precio del galón comparado en dólares, es de $0,12, mientras que en Los Países Bajos, supera los 6 dolares el galón, y en los Estados Unidos, varia de acuerdo al precio del barril de petróleo. En nuestro país, la variación del precio lleva congelada más de 9 años, siendo política del Gobierno Bolivariano, subsidiar y asumir los gastos de refinación para beneficiar a la población.

Fuente: Radio Nacional de Venezuela


Y así intenta el gobierno actual hacer con otros productos: carne; leche; huevos; aceite; azúcar; caraotas; y otros rubros adicionales, metiéndose en un lío cada vez mayor. Ningún estado, y mucho menos el venezolano, puede convertirse en productor - transportista - almacenador - transformador de la materia prima - distribuidor - marketing y canal de venta. En algún momento esa cadena se rompe porque es absolutamente frágil: no existen entre los empleados públicos suficientes personas preparadas para asumir todos esos roles, y tampoco existen contralorías capaces de detectar, denunciar y acabar con las mafias de corrupción que están enquistadas en todos los niveles de la administración pública.

Nada más en Mercal (Mercado de Alimentos, comercializadora y distribuidora de alimentos del gobierno) escasea el 75% de los productos de la dieta básica, según palabras de Hiram Gaviria, dirigente político y experto en los temas de la agroindustria.

La solución brillante ha sido crear otro ente comercializador y distribuidor, llamado PDVAL (PDVSA Alimentos). Esto significa que a nuestra industria petrolera, la gallina de huevos de oro de antaño, la pusieron a vender pollos y leche. Un absurdo sólo comparable al Plan Bolívar 2000, en el que ponían a los militares a vender papas y tomates y demás.

Pero PDVAL comenzó con pie izquierdo. A pesar de que nuestro presidente hace llamados a la guerra asimétrica contra Estados Unidos; insta a los gobiernos del mundo a retirar sus fondos de los bancos americanos; odia con todas sus tripas al presidente Bush; y jura que ese imperio es maligno y va en absoluto declive, pues los principales alimentos que está comercializando y distribuyendo el gobierno son hechos en ¿Cuba? ¿Bolivia? ¿Ecuador? ¿Nicaragua?... NO... en Estados Unidos.

El forista Zeritos, de Noticiero Digital, hizo un reportaje gráfico con los principales productos comprados en PDVSA Barinas, llamado "Combo Alimentario PDVSA Agrícola".

Para rematar el bochorno, el presidente Chávez engañó a todos cuando dijo el domingo pasado que la leche marca Venezuela que se iba a comercializar venía de Machiques (estado Zulia). Resulta que la leche Venezuela viene de Argentina y Brasil.

Sí. Somos un país bizarro.

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