La Caja de Pandora es una de esas historias que no tienen edad, que trascienden el tiempo y el espacio y se transforman en mitos.
Pandora tenía una ánfora o jarra donde estaban encerrados todos los males del mundo. Víctima de su curiosidad, abrió la jarra y todos los males se escaparon, esparciéndose por todos lados.
Algo así, versión socialismo siglo XXI, es lo que ha ocurrido a partir de la muerte del terrorista de las FARC Raúl Reyes, con la incautación de tres computadoras portátiles, varios discos duros y algunos pen drives. El gobierno venezolano se ha visto totalmente empantanado en una maraña de documentos que revelan la obscena relación entre Chávez y las FARC.
Mañana, la INTERPOL (The International Criminal Police Organization) mostrará un informe en el que se determina si las computadoras y demás accesorios fueron manipulados y/o cambiados luego de su captura.
Supongo que también mostrarán evidencias de que los hardwares son los que sobrevivieron (o no) al bombardeo en el que fueron ultimados los delincuentes.
Supongo que también mostrarán evidencias de que los hardwares son los que sobrevivieron (o no) al bombardeo en el que fueron ultimados los delincuentes.
Habrá que estar atentos a la rueda de prensa de la Interpol; los posteriores desmentidos, amenazas, descalificaciones y denuncias de Chávez; Correa; Ortega... y por supuesto, la letanía dominguera de los Maduros; las Cilias Flores; los José Vicentes Rangeles; los Müller Rojas y cuanto ministrico haya por ahí con ansias de figurar o de jalar (especialmente el de Defensa).
La revolución abrió la Caja de Pandora y se desataron todos los males... ¡y ya no hay vuelta atrás!
La revolución abrió la Caja de Pandora y se desataron todos los males... ¡y ya no hay vuelta atrás!
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