De Colombia para el mundo

El rescate incruento de Ingrid Betancourt y de 14 rehenes de las FARC, gracias a las labores de inteligencia e intervención del ejército colombiano, son el mejor regalo que el país vecino le da a sus familiares y al resto del mundo libre.

Gracias a Dios por la liberación de todos los rescatados.

Aunque es muy temprano todavía, ya comienzan a filtrarse las informaciones acerca de la operación de rescate y a perfilarse las consecuencias tanto nacionales como internacionales. Voy a tratar de repasar los temas de los cuales seguramente se hablará con más detalle con el pasar de las horas:
  • El rescate fue gracias a una operación de inteligencia en la cual se infiltró "hasta los huesos" a la organización terrorista, incluyendo a la cúpula (el autodenominado "secretariado"). Los jefes de las FARC, empezando por el líder alias Alfonso Cano, fueron engañados. Al parecer se organizó una supuesta operación de liberación, en la cual Alfonso Cano negociaría con los gobiernos de Venezuela, Ecuador y Francia y les entregaría alguno de los rehénes. Para ello, necesitaban tener a las principales "monedas de canje" (léase, Ingrid Betancourt y los 3 estadounidenses) en un mismo sitio físico, junto a Cano.

  • Los líderes que quedan de las FARC probablemente tenían disputas acerca del próximo camino de la organización terrorista. Mucho se ha hablado de la "línea política" de Cano y de las posibilidades de negociación de la paz. Para demostrar su buena fé, nada mejor que demostrar que tenía control de los principales secuestrados.

  • Chávez regresó antes de lo previsto de Argentina, de la reunión del Mercosur. Dicen que tenía previsto recibir a alguna de las "monedas de canje", para lavarse la cara con un golpe de opinión, que seguía sirviéndole tanto a Chávez como a las FARC.

  • Otra hipótesis es que Chávez fue informado del movimiento inusual en Colombia y, temiendo que se cocinaba algo grande, decidió regresar a atrincherarse en Caracas. Tal vez la paranoia de la "invasión yanqui" recorrió sus venas por enésima oportunidad.

  • La extraña visita a Bogotá del senador y candidato republicano John McCain, no hace sino confirmar las sospechas de la intervención de Estados Unidos en la operación. El hecho de que McCain se llevara en el mismo avión en que viajaba a los tres secuestrados estadounidenses no puede ser casualidad. ¿Habría pasado lo mismo si el visitante hubiese sido Obama? Tengo mis dudas.

  • La operación se produce en uno de los momentos más volátiles del clima político colombiano: el Tribunal de Justicia de ese país ha cuestionado la decisión que permitió la reelección del presidente Uribe, al mismo tiempo que el presidente cuenta con el máximo apoyo en todo el país.

  • El encargado de dar la noticia no es Álvaro Uribe. Fue el "presidenciable" Santos, probable heredero del trono del actual presidente.

  • Francia y Venezuela (léase, Sarkozy y Chávez), quedaron "como la guayabera", sin posibilidad de recibir grandes honores y la aclamación mediática mundial por haber sido los intermediarios de la liberación de Betancourt. Ambos presidentes quedaron sin su comodín para intervenir en los asuntos colombianos.

  • Las primeras palabras, de las muchas que seguramente dirá Betancourt de aquí en adelante, demuestran madurez política y una proyección a futuro. Los agradecimientos de Ingrid han estado muy bien administrados: Chávez ha quedado en la cola, relegado a un tercer plano, mientras que Piedad Córdova ni se asoma en sus palabras.

  • Las declaraciones por el canal VTV dan verguenza: han dicho que Ingrid Betancourt tendrá que pelearle la candidatura a la senadora del turbante, mientras la acusan de "venderse a Uribe". Sólo a una manga de miserables se le puede ocurrir semejante barbaridad.
Habrá que esperar el pasar de las horas y días. Muchos detalles e informaciones correrán en paralelo a las "versiones bolivarianas".

Se dirá de este lado de la frontera, que gracias al comandante supremo Ingrid está libre. Se dirá que todo estaba listo para la liberación y que al final el maluco de Uribe no permitió que Chávez tuviese protagonismo. Se dirá que todo es un plan de "Guásinton" para desmoralizar a los revolucionarios y derrocar a Chávez.

Se hablará más paja, una vez que se le haya pasado la rabia y el efecto de los medicamentos al comandante, y después que haya echado una conversadita de cinco horas con Fidel.

De nuevo, ¡BIENVENIDA A LA LIBERTAD INGRID Y BIENVENIDOS A LA LIBERTAD TODOS LOS RESCATADOS!

0 Comentarios para la Caja: