Hijo de Putín (¡llegaron los rusos!)

Decía el Libertador en una de sus frases famosas que "el talento sin probidad es un azote". Igualmente podríamos decir que "el miedo sin responsabilidad" también es un azote. No hay cosa peor que ser miedoso y no tener límites o contención alguna.

Eso es lo que pasa con el miedo y la irresponsabilidad del presidente Chávez. La que nos tiene al borde del barranco desde hace tiempo... y ahora ha acelerado las ganas de lanzarse por ese precipicio mortal y con él a todos nosotros.

Los rusos llegaron hoy a Venezuela, esta vez en forma de aviones de guerra. Mañana llegarán con los barcos de guerra y ¿quién sabe? probablemente vendrán los ejércitos a enseñar a los nuestros cómo someter pequeños países vecinos (como hacen los rusos con los georgianos).

¿Qué se pretende? ¿Qué quieren los rusos? Convengamos que para el presidente Chávez los rusos son un bálsamo en su herida narcisística imperial. Es decir, odio a un imperio pero me entrego de rodillas al otro. ¿Pero qué gana Rusia? ¿Fastidiarle la paciencia a Estados Unidos?

Porque debemos estar claros: los rusos no vienen por nosotros. Vienen a meterle el dedo en el ojo a terceros. Cuando Estados Unidos, la Unión Europea, la OTAN y Rusia se sienten en la misma mesa, Venezuela quedará a un lado, desechada una vez más.

Dos bombarderos de la aviación estratégica rusa Tu-160 se encuentran en una base militar del norte de Venezuela desde este miércoles con el fin de realizar "vuelos de entrenamiento", dijo el presidente Hugo Chávez, quien afirmó que planea incluso pilotar uno de ellos.

"Damos la bienvenida a los tripulantes de los aviones estratégicos de Rusia, que en estos días andan recorriendo el Atlántico, el Caribe y han llegado en buena hora a suelo venezolano para hacer equipamiento y proseguir labores de patrullaje y adiestramiento", declaró el mandatario.

"Es más, yo voy a manejar uno de esos bichos", prometió Chávez. "Fidel, te voy a pasar por allá bajitico", bromeó, refiriéndose al líder cubano Fidel Castro.

Fuente: AFP

Irresponsable. Ignorante.

Chávez vendió su alma al diablo hace rato. Y el diablo llegó esta vez vestido de rojo ruso. Chávez vendió a Venezuela... la entregó sin concesiones, como si esta vaina fuese suya, como si fuésemos su propiedad.

¿Esto no es la peor traición que se le puede hacer a un país?

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