I
El comienzo del Siglo XXI ha visto cómo en algunos países europeos y del Medio Oriente, lejanos a nuestra idiosincracia pero cercanos en cuánto a la conflictividad, se han desarrollado movimientos cívicos que han generado importantes cambios en sus respectivos países.
Esos movimientos han sido llamados "revoluciones". Adicionalmente, han sido adjetivadas con algún color u otra característica distintiva de los protagonistas. Según Wikipedia:
- Revolución Rosa: salida del poder de Eduard Shevardnaze en Georgia (2003).
- Revolución Naranja: elección de Víktor Yushchenko en Ucrania (2004).
- Revolución de los Tulipanes: salida del gobierno de Askar Akayev en Kirguistán (2005).
- Revolución del Cedro: salida de las fuerzas de Siria del Libano (2005).
La Revolución Naranja fue la más "conocida" por nosotros. Justo en aquellos momentos del Referendum Revocatorio Presidencial veíamos con vergüenza cómo en Ucrania el pueblo se movilizó (con los estudiantes a la cabeza) y no salió de la calle hasta que se respetará un resultado electoral.
II
Esta vez, la nueva Revolución es llamada "Revolución Azafrán. El nombre viene del color de las túnicas que usan los Monjes Budistas, quienes se han unido a la población y han encabezado las últimas manifestaciones de calle.
La Revolución Azafrán se está produciendo en la Unión de Myanmar, antigua Birmania, país asiático de 678.500 km2 (es decir, casi 2/3 del territorio venezolano), con una población cercana a los 42 millones de personas. Los budistas representan 89% de la población, mientras que los cristianos y los musulmanes son el 4% respectivamente. La expectativa de vida en mujeres es 56,78 años y en hombres 53,73.
Ubicación Geográfica y bandera:
La antigua Birmania obtuvo su independencia del Reino Unido en 1948, luego de finalizada la II Guerra Mundial. Desde entonces y hasta 1962 hubo intentos de democratizar el país. En 1962 llegaron los militares al poder hasta hoy. 45 años de distintos golpes, siendo el último en 1988, cuando se instaló la Junta de Gobierno que aún rige los destinos de la nación. Esta Junta le cambió el nombre al país a Unión de Myanmar.
La revuelta comenzó en agosto, cuando la población del país más pobre del sureste asiático estalla en desesperación por la subida de precios de los productos básicos. A esta revuelta se unieron los Monjes Budistas quienes "son una institución que provoca verdadera devoción entre la población birmana y que marca las pautas del comportamiento social".
Los últimos días, la Junta de Gobierno militar ha decidido reprimir las potestas, asaltando en la noche los templos budistas, tomando presos a muchos de ellos, hiriendo y matando a varios manifestantes. A pesar del férreo control de los medios tradicionales de comunicación (también el Gobierno de allá cree en aquello de la hegemonía comunicacional), y del estricto control a los periodistas extranjeros, la información ha salido al mundo gracias a internet, gracias a los ciudadanos. Por supuesto, internet fue "cortada" pero cuando eso ocurrió ya era muy tarde... la información había dado la vuelta la mundo.
III
Los Monjes Budistas y demás manifestantes han sido reprimidos a sangre fría, como suelen hacer los regímenes militares cuando tienen el agua al cuello. Esta foto habla por sí sola de la represión:
Ojalá la situación de la ex Birmania se solucione pronto, a favor de la mayoría que protesta contra el Gobierno. Ojalá los países del mundo entiendan que no es posible la convivencia pacífica con los gobiernos represivos (la Junta de la ex Birmania ya ha mostrado años antes sus garras represivas). Ojalá entiendan que, por muy pobre y poco interesante económicamente que sea un país, sus habitantes son seres humanos que merecen el respeto a todos los derechos humanos fundamentales. Ojalá se entienda que no se puede "pasar agachado" con los gobiernos dictatoriales mientras no molesten mucho.
Ojalá... la ex Birmania no merece esta violencia (en realidad, ningún país).
La Libertad, como la vida, siempre termina por abrirse paso.
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