Sí. Hay días de días. Como este día lluvioso. Gris más bien.
La depresión, vaya que es una tortura. Quien la padece se desgarra por dentro, muchas veces de manera invisible, hasta que es tarde.
Pero en esos días de lluvia siempre puede haber un paraguas a mano. Y muchas veces hasta lo tienes en la mano pero no lo usas.
Episodios leves, moderados, graves... todo un menú que amerita un coctél químico para poder recuperar lo que por naturaleza debería funcionar bien. Pero eso es la vida!
Veré el pronóstico de mañana. Ojalá no llueva más.
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2 Comentarios para la Caja:
Ojalá NUNCA llueva en tu vida...!
Gracias cariño... tenía varios días sin entrar en mi blog (por razones climatológicas básicamente).
Que más quisiera yo que no lloviera... pero aún no escampa!
besitos
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