Es difícil darle una coherencia a todos los acontecimientos que ocurren en Venezuela. Pero es parte del ejercicio de comprensión que debemos hacer, porque si no comprendemos lo que ocurre, mal podemos proponer soluciones o respuestas.
Desde el jueves, el país vive entrampado en unos supuestos debates entre estudiantes universitarios de distintos bandos. La Asamblea Nacional, Globovisión y Venevisión han sido los escenarios.
La habilidad de algún "Maquiavelo" de esta era chavista, quiere hacer entender que también al interior del Movimiento Estudiantil existe la misma fractura que atraviesa al país. Que esa tal "pureza" y "heterogeneidad" del Movimiento Estudiantil es un invento mediático de Alberto Federico (qué vaina con Alberto Federico vale!) y de un tal Noticiero Digital. Por cierto, eso mismo que pretenden mostrar los maquiavelos chavistas debería valer igual para los militares, la policía, etc. Que yo sepa, esos tampoco son marcianos, aunque insistan en parecerlo.
Uno de los problemas más graves, desde mi punto de vista, es la oleada de expectativas que generó el Movimiento Estudiantil. Casi como en su momento pasó con los militares alzados en Plaza Altamira. Y es hasta injusto. Si bien el Movimiento Estudiantil ha estado muy bien representado, no podemos pedirle que haga lo que no hemos hecho como sociedad organizada desde el lado de la oposición. No podemos pedirles que le pongan el pecho a los misiles chavistas, que se aguanten la andanada de insultos y la perversa puesta en escena de las historias personales mientras los demás no hallamos cómo organizarnos o esperamos el "Mesías" providencial que nos sacará de este atolladero.
Aprendamos de ellos más bien. Pidámosles que nos enseñen el arte de la organización. Pero no les pidamos que encabecen una marcha a Miraflores para derrocar al gobierno.
El debate se da entre ciudadanos. El combate se da entre enemigos. Y el gobierno se ha empeñado sistemáticamente en tratar a medio país como enemigos. ¿Por qué debatir ahora? Desde mi punto de vista, sencillamente no es creíble, ni hay condiciones para ello.
Los únicos que han intentado convertir en "discurso" la acción de calle son los estudiantes universitarios. Mientras que del gobierno, todo discurso lleva el sentido contrario: la acción directa.
Pero no es tarea solo del Movimiento Estudiantil. Es tarea y responsabilidad de todos nosotros. Dejarlos solos y recriminarlos sería miserable de nuestra parte.
Debate y Combate
Etiquetas: Movimiento EstudiantilEscrito por Néstor a la/s 8:55 p. m.
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