Ssshhh... (censura y desmesura)

Con todo el revuelo causado por las medidas gubernamentales orientadas a callar a la prensa, recordé cuando por allá en el 2004 la Asamblea Nacional aprobó la Ley Resorte (llamada también Ley Mordaza).

Una vez leído el proyecto de ley de delitos mediáticos, la ley Resorte queda como un dulce diario de una adolescente.

Rescato de aquellos días algo que escribí, que pretendía ser sarcástico:

Ssshhh…

I

“Chávez tiene su ley contra los medios” (portada del diario “El Comercio”, Quito, 26-11-04)

“El régimen de Chávez impone su Ley Mordaza” (pagina A10, idem)

II

Lo lograron. Es una gran victoria para el pueblo revolucionario haber aprobado la Ley de Contenidos que va a permitir que los medios de radio y TV estén al servicio del pueblo de la República Bolivariana de Venezuela.

Porque no hay que olvidar que gracias a unos medios golpistas – fascistas – criminales y terroristas, el país está hundido en la miseria. ¡Miserables todos los que se dejaron arrastrar por los mensajes de odio y fanatismo que impulsaron desde los canales de TV los más temibles miembros de la oligarquía venezolana!

Una batalla histórica la que acaba de librar Chávez a través de la Asamblea Nacional. Una batalla que nuestro digno prócer supo afrontar con toda la disciplina y táctica militar aprendida en los duros años de la Academia. Una batalla ganada milímetro a milímetro, palmo a palmo, desde aquellos cercos alrededor de las sedes de canales y periódicos, pasando por los niples, disparos, saqueos (¿nos olvidamos de aquel canal en la provincia que fue saqueado por una turba chavista?), luego la jauría judicial contra los periodistas, atentados contra su integridad física… hasta llegar a la versión más refinada, la que ahora sí dará cuenta de esos malvados: una Ley rimbombante aprobada por los verdaderos veladores y conocedores de los intereses del pueblo.

III

El pueblo revolucionario sin dudas aplaude a todos sus próceres por tan magna batalla. Solo que ojalá fuesen tan eficientes con la inseguridad; el desempleo; la corrupción; el fisco nacional; pero no… olvidaba que esos no son temas importantes.

Que la situación económica haya empeorado para todos, que muchos venezolanos se acuesten sin comer y se despierten con la atroz idea de que tal vez ese día tampoco comerán, nada de eso es importante, comparado con que ahora tenemos un instrumento legislativo que ¡al fin! pondrá fin a todas las barbaridades que salen de la TV.

Al fin pondremos un parao a las críticas contra el Gobierno. Al fin nuestros niños tendrán una TV decente (no importa que no coman o que se droguen en la calle o que sean maltratados o abusados)… lo importante es que esas pequeñas mentecitas revolucionarias no serán envenenadas más por el odio clasista y excluyente que destila la oligarquía. Ahora solo serán educadas y formadas con ética, esperanza, valores morales y dignidad… con hambre e inseguridad, ¡pero con dignidad!

IV

Libertad de pensamiento sin libertad de expresión es como tener libertad para escribir pero, eso sí, tachando todo después. Es decir, no sirve de nada. Solo sirve a quienes tienen miedo, casi pánico, de escuchar opiniones diferentes.

Otro paso en retroceso en nuestra vida republicana, justo cuando hasta hace pocos le jurábamos al mundo que no íbamos a dar ¡ni un paso atrás!

Vergüenza nos debería dar a todos.

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