1989

En 1989, diecinueve años atrás, ocurrieron algunos acontecimientos que dieron la vuelta al mundo y que de alguna manera fueron puntos de quiebre históricos que aún afectan el presente.

  • El 27 de febrero ocurrió el levantamiento popular en Venezuela conocido como el "Caracazo", aunque en realidad fue un movimiento a nivel nacional. Un día que aún duele en la memoria de los venezolanos.
  • En Polonia, el movimiento Solidaridad (del para entonces sindicalista Lech Walessa) es legalizado, y ese mismo año se forma el primer gobierno no comunista de Polonia desde la II Guerra Mundial.
  • El 4 y 5 de junio ocurrió la famosa rebelión estudiantil en la Plaza de Tiananmen (China), que terminó con una brutal represión por parte del gobierno.
  • El 9 de noviembre cae el Muro de Berlín y comienza el proceso de reunificación de Alemania.

Pero sin dudas uno de los acontecimientos más imponentes e impresionantes ocurrió en Rumania, entre el 16 y el 25 de diciembre, cuando finalizó violentamente el regimen socialista, tras una revuelta popular.

Los acontecimientos fueron mucho más complejos de lo que aquí se reseña:


... El 16 de diciembre estalló una protesta en Timisoara (occidente de Rumania) en respuesta a un intento del gobierno socialista de desahucio en contra de László Tőkés, pastor luterano magiar, y su esposa, que a la sazón se encontraba embarazada. Por aquellos días, Tőkés había emitido ciertas críticas hacia el régimen de Ceausescu en un medio internacional...

... Los disturbios en Timisoara continuaron al día siguiente (17 de diciembre). Los manifestantes tomaron la sede del Comité Distrital del PCR, y posteriormente destruyeron documentos oficiales, propaganda política, textos escritos por Ceauşescu y otros símbolos del régimen socialista. Por segunda ocasión, la multitud intentó incendiar el edificio, pero en esta ocasión se enfrentaron con el ejército. La presencia de las fuerzas militares en las calles de la ciudad era significativa: implicaba que habían recibido órdenes de un comando de alto nivel, presumiblemente el presidente Ceauşescu...

... La mañana del 18 de diciembre de 1989, el centro de la ciudad había sido ocupado por soldados y agentes de la Securitate, vestidos de civil...

... El 19 de diciembre Radu Bălan y Ştefan Guşă visitaron a los obreros de las fábricas de la ciudad, pero fallaron en su objetivo de impulsarlos a tomar nuevamente sus trabajos. Al día siguiente, grandes contingentes de obreros marcharon por la ciudad. Cien mil obreros se apostaron en la Plaza de la Opera —llamada actualmente Plaza de la Victoria (rumano: Piaţa Victoriei)— y emitieron protestas en contra del régimen socialista: Noi suntem poporul! ("¡Nosotros somos el pueblo!"), Armata e cu noi! ("¡El ejército está con nosotros!"), Nu vă fie frică, Ceauşescu pică! ("¡No tenemos miedo, Ceauşescu caerá!")...

... El 21 de diciembre llegaron a Timisoara varios trenes cargados de obreros procedentes de Oltenia. La intención del gobierno rumano era emplearlos para reprimir las protestas en Timisoara, aunque finalmente los obreros oltenos terminaron por unirse a los manifestantes de la ciudad...

Ceauşescu salió de Rumania a una gira por Iran, dejando en manos de su esposa y otros miembros del partido la resolución del conflicto político iniciado en Timisoara...

... Ceauşescu regresó a Rumania sólo para encontrar que el conflicto se había complicado más. A las siete de la noche de esa jornada, emitió un discurso por televisión desde la sede del Comité Central del PCR, en el que calificó de enemigos de la revolución socialista a los paticipantes en las manifestaciones de Timisoara...
... En la mañana del 21 de diciembre, encabezó una asamblea organizada por el PCR, en que participarían miles de personas para condenar a la disidencia de Timisoara. Ubicado en uno de los balcones del Comité Central del PCR, Ceauşescu habló de los beneficios de la revolución socialista y la multilateralmente desarrollada sociedad socialista de Rumania.

... Pero en la plaza donde se encontraba reunida la asamblea, frente a un anodadado Ceauşescu, la multitud lanzó vivas a los disidentes de Timisoara —a quienes el dictador había llamado hoolligans en otras ocasiones; y le increpaba de diversas manera. Ceauşescu intentó tranquilizar a la asamblea con un gesto manual, y luego intentó llamar al orden mediante frases como Alo, Alo! (¡Hola, hola!, dicho con energía). Elena le pedía a su esposo que contuviera la situación: Vorbeşte-le, vorbeşte-le! (¡Háblales, háblales!) y luego, dirigiéndose a la multitud pedía a los asistentes que se calmaran y se sentaran. Finalmente, Ceauşescu fue conducido al interior de la sede del Comité Central del PCR...

... Silbidos y aplaudos surgieron espontáneamente entre los participantes en el acto oficial. Poco a poco, fueron abandonando la plaza, pero se apostaron por las calles de la ciudad, tomándola de hecho como había pasado unos días antes en Timişoara. Algunas personas gritaron consignas en contra del dictador, que se extendieron bien pronto entre la multitud. Decían Jos dictatorul!, moarte criminalului! (¡Abajo el dictador, muerte a los criminales!), Noi suntem poporul, jos cu dictatorul! (¡El pueblo somos nosotros, abajo con el dictador!) Ceauşescu cine eşti?: criminal din Scorniceşti! (Quién eres tú, Ceauşescu: ¡un criminal de Scorniceşti!). Más tarde, la manifestación popular ocupaba prácticamente todo el centro de Bucarest. Cerca de la Universidad de Bucarest los jóvenes ondeaban banderas rumanas cuyo escudo había sido cortado, tal como había ocurrido en Timişoara...

Siempre me ha impresionado la forma cómo el férreo dictador comunista fue humillado por sus "seguidores": en pleno discurso fue interrumpido por los abucheos y las protestas de quienes estaban presentes y que seguramente fueron "arreados" por el regimen.

La rebelión estaba en marcha. Al percatarse de la gravedad de la situación, el dictador fue sacado del lugar para buscar refugio en la sede del partido. Al día siguente, 22 de diciembre huyó de Bucarest en helicóptero junto a su esposa, pero fueron apresados inmediatamente.

El 21 de diciembre, el dictador en medio de su último discurso. En el punto de video 01:20 (un minuto, veinte segundos), puede verse el desconcierto del dictador cuando comienzan los gritos y abucheos del público. Por los movimientos de cámara de la TV rumana se puede apreciar que fue un momento muy crítico, se nota que el camarógrafo hizo algunos esfuerzos por mantener firme la toma, pero luego se va a los edificios cercanos, tal vez tratando de no mostrar lo que estaba ocurriendo realmente. Pero el audio seguía abierto.

En ese punto de video, puede observarse también el nerviosismo de quienes acompañaban al dictador, cómo se asomaban asustados por las ventanas y cómo gritaban cosas, dándoles instrucciones al caudillo comunista.

De ahí en adelante, Ceaucescu no pudo retomar el hilo del discurso, optó por pegar gritos y prometer imposibles. Pero era demasiado tarde para él.



El 25 de diciembre, en juicio sumario, fueron condenados a muerte y ese mismo día fueron ajusticiados. Las siguientes imágenes pueden ser fuertes, contienen el fusilamiento de los Ceauşescu:



Cuando los pueblos se deciden a pasar una navidad diferente, no hay fuerza capaz de detenerlos. Ese es el mensaje y la lección que Rumania le dejó al mundo para siempre.

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