- Los ricos son diferentes (por tanto, malucos) = todos los diferentes tienen que ser ricos.
- Los oligarcas son diferentes (por tanto, malucos) = todos los diferentes tienen que ser oligarcas.
- Los extranjeros o inmigrantes son diferentes (por tanto, malucos) = todos los diferentes tienen que ser extranjeros o inmigrantes.
- Los traidores a la patria son diferentes (por tanto, malucos) = todos los diferentes tienen que ser traidores a la patria.
"... No era una ideología monolítica, sino, más bien, un collage de diferentes ideas políticas y filosóficas, una colmena de contradicciones. El término fascismo se adapta a todo porque es posible eliminar de un régimen fascista uno o más aspectos, y siempre podremos reconocerlo como fascista. A pesar de esta confusión, considero que es posible indicar una lista de características típicas de lo que me gustaría denominar Ur-Fascismo, o fascismo eterno. Tales características no pueden quedar encuadradas en un sistema; muchas se contradicen mutuamente, y son típicas de otras formas de despotismo o fanatismo, pero basta con que una de ellas esté presente para hacer coagular una nebulosa fascista."
Eco describe 14 características, de las cuales hablaré sólo de dos, siempre entendiendo que la sola presencia de una de ellas es suficiente para empezar a hablar de fascismo y entendiendo también que en otro espacio hablaré de las doce características restantes.
"El desacuerdo es, además, un signo de diversidad. El Ur-Fascismo crece y busca el consenso explotando y exacerbando el natural miedo de la diferencia. El primer llamamiento de un movimiento fascista, o prematuramente fascista, es contra los intrusos. El Ur-Fascismo es, pues, racista por definición"
"A los que carecen de una identidad social cualquiera, el Ur-Fascismo les dice que su único privilegio es el más vulgar de todos, haber nacido en el mismo país. Es éste el origen del nacionalismo. Además, los únicos que pueden ofrecer una identidad a la nación son los enemigos. De esta forma, en la raíz de la psicología Ur-Fascista está la obsesión por el complot, posiblemente internacional. Los secuaces deben sentirse asediados. La manera más fácil para hacer que asome un complot es apelar a la xenofobia. Ahora bien, el complot debe surgir también del interior..."
Muy ilustrativas las citas. No hay dudas, el hocico hediondo del fascismo está asomado en nuestra realidad nacional sin indicios de retroceso.
Lo que viene a continuación es una transcripción textual de unos "escritos" que no tienen la altura académica de Umberto Eco, sino más bien el tufo fascista al cual se refería. Las citas son arrancadas de un foro de la página http://www.aporrea.org/. Se que no es la mejor referencia para sacar conclusiones, de hecho, seguramente es la peor de todas. Pero no puedo dejar pasar por alto algunos comentarios en los que, entre la mamadera de gallo típica local y la banalidad que muy frecuentemente se cuela en esos foros, se destila un aire bastante enrarecido:
Título del Foro: QUE HACER con goycochea (sic... y para no plagar de "sics" todo lo que viene, se entiende que voy a dejar pasar la andanada de errores ortográficos).
Nota: las siguiente perlas están editadas, y debo reconocer que algunos foristas llamaron a la moderación en los comentarios vertidos.
"Personalmente me parece que se manda una pinta de gafo que no se la quita nadieee. Pero mientras no este metido en movimientos violentos ni nada asi puede hacer lo que quiera (dentro de la ley) cada quien dice lo que quiere y al que no le agrade no lo escucha y ya."
"a ese malcreado lo que hay es que madarlo pa´miami .. asi se olvida de venezuela y creera ser demaciado feliz en usa...........ese maldito !!! hay que comprarle un boleto pero no pa´miami si no pa´cuba, pa´que sea serio...........buajajajajaja."
"ProPONGO tirar un decreto expropiandole las mujeres a goycochea y que sean repartidas entre el pueblo segun el lema a cada quien segun su necesidad"
"Tenga cuidado con eso hermano, mire que el hombre parece que es GAYcoechea, no vaya a salirle el tiro por la culata y lo que le toque a Ud sea tremendo puchungo!!! (respuesta al post anterior)"
"Necesitamos Urgentemente hacer una AUDITORIA publica, al señor GAYcochea... Debemos solicitar que sean revisadas las cuantas bancarias de el señor y todo familiar hasta 2do de afinidad y 4to de consaguinidad, revisemos todos los movimientos economicos de la familia, incluso las compras que recientemente ha efectuado y si al salir del pais ha realizado transaciones bancarias. No esta de mas realizar un hallanamiento a su casa y la de sus familiares, les aviso que por ahi vamos a encontrar los dolares que le estan pagando, quizas unos cuantos millones de bolivares que majicamente estan llegando a su cuenta... Pero pongo mi vida de por medio que ahi ese señor esta recibiendo reales parejo, muchos pero muchos reales parejos... Que justifique el dinero porque eso se llama enrequisimiento ilicito, tengan presentes que no van a poder justificar el dinero, asi que o es dinero de narcotrafico o es robo o es malversacion... Que la fiscalia revise, movimiento de propiedades todo... Alcapone no lo metieron preso por mafioso lo metieron preso por evadir impuestos.... "
Meter presa en la DISIP a esa basura
Entendámonos: es obvio que en otros foros de internet se manejan iguales o peores códigos de comunicación y que cada quien es libre de escribir lo que le parezca conveniente... lo malo es que si una persona, una solita, se cree todo eso, sea del bando que sea, se sueltan los demonios.
Para terminar, en el intento de exorcizar esos demonios "pata caliente" que se niegan a descansar, recordé algo que había escrito (que tampoco tiene la altura literaria de Umberto Eco, pero sí al menos un poco más de decencia y mejor sintáxis que las citas "aporreadas"). En aquel entonces, hablé de los inmigrantes, en ocasión de una marcha que protagonizaron a comienzos del 2003 en Caracas, como una premonición a un periplo personal que duró cuatro años y como una antesala a lo que vemos hoy.
"Venezolanos del Mundo
Uno de los momentos de mayor carga emotiva que hemos vivido desde el mes de diciembre (y vaya que han sido unos cuantos), fue una marcha en la que los “Venezolanos del Mundo”, inmigrantes y/o sus hijos, dieron fe y testimonio de su amor por nuestro país. Allí desfiló una impresionante multitud, compuesta de personas cuyas raíces no son venezolanas pero que han adoptado esta tierra como su más preciado tesoro. Banderas de todos los países del mundo conformando un esperanzador cuadro multicolor y las siempre emocionantes historias personales de los inmigrantes, nos llenaron el corazón de satisfacción.
El inmigrante, por naturaleza, siempre busca en el horizonte un futuro mejor para él y su descendencia, independientemente de la causa que lo haya apartado (arrancado, en algunos casos) de su lugar de origen. El inmigrante es una muestra viviente de esperanzas, sueños y, por qué no, de aventura. Todo el que se va siempre sueña con volver; pero, en ocasiones, hunde parte de sus raíces en lo más profundo de la tierra que lo recibe. Y ese, sin dudas, parece ser el caso de los inmigrantes que llegaron a nuestro país, pues la mayoría se ha compenetrado con nuestra esencia de una manera más que ejemplar. Alemanes; árabes; argentinos; bolivianos; colombianos; cubanos; chilenos; chinos; dominicanos; ecuatorianos; españoles; italianos; panameños; portugueses; peruanos; sirios; entre muchos otros que seguramente se me escapan.
Ellos, todos, con su esfuerzo, entrega, valentía y sentido de pertenencia a nuestra tierra, han hecho de Venezuela un país mejor.
Por eso, en esta hora menguada, cuando nuestra tierra pide a gritos auxilio, vayan mis palabras para agradecerles a todos. Nuestros inmigrantes y sus descendientes han dado un decisivo paso al frente en la lucha que estamos librando.Todos en algún momento hemos sabido lo que es ser extranjero, ir a otro país y encontrarse con personas y lugares distintos, paisajes desconocidos, estilos de vidas diferentes y, en algunos casos, valores ajenos a los aprendidos en el lugar de origen. La calidad humana de quienes nos reciben y de quienes nos rodean fuera de nuestras fronteras, hará más o menos difícil el ineludible tránsito de la adaptación. Cuando se es turista o cuando se toma la decisión de emigrar, el equipaje incluye (o debería incluir), toda nuestra mejor disposición para adaptarnos al nuevo entorno de la mejor manera posible.
Ahora bien, cuando comenzamos a sentirnos extraños en nuestra propia tierra y los paisajes conocidos ya no son amables; cuando los conocidos, antes similares, comienzan a dibujar valores absolutamente contrarios a los nuestros; cuando somos excluidos y señalados intencionalmente por los propios vecinos; cuando todo eso ocurre, comienza un silencioso pero corrosivo proceso de desarraigo y desconocimiento del terreno que creíamos estar pisando. Ante esto, la reacción inmediata es defender nuestro legítimo derecho a ser, pertenecer y ser tomados en cuenta.
Hay serios indicadores que hace rato dispararon las alarmas: el no poder circular por cualquier rincón de nuestra ciudad (a excepción, claro está, de la demarcación territorial impuesta por el hampa de siempre); no compartir los valores de destrucción, descomposición y caos que promueven algunos; el temor de ser identificado con algún bando político; sentirse arrinconado en tu propia tierra, y padecer el yugo de la mediocridad y la anarquía como las nuevas formas de convivencia social, entre muchos otros.
En lo personal, todas esas cosas juntas han hecho que, por momentos, me haya sentido como un extranjero en mi país; un extranjero despreciado además, que no tiene nada que dar y que, más bien, hay que eliminar porque es un peligro. La siguiente imagen es un poco grotesca pero creo que dibuja bien lo que quiero expresar: el sentimiento es que nos han querido enterrar vivos en medio del patio trasero de nuestra propia casa; algo que es absolutamente inadmisible.
Las palabras o más bien, la metralla verbal del Presidente, ha disparado un proceso de discriminación selectiva, torpe e inaceptable que se ha extendido, como una plaga que todo lo arrasa, en las almas de todo aquel que siga sus dementes dictámenes.
Tal vez mucha de la fuerza que hemos desarrollado en esta batalla esté constituida de esas ganas de dejar de ser extranjeros malqueridos en nuestro país. Porque Venezuela es de todos, de los que nacimos aquí y de los que no, y de los que aún no habiendo nacido ni vivido aquí, tienen un pedazo de ella en sus mentes o en sus corazones.
Tal vez creyeron que Venezuela nos era indiferente a la mayoría. Pero se equivocaron. Venezuela es nuestra única patria, nuestra única bandera. El hogar donde todos deberíamos caber, con nuestras semejanzas y diferencias; con nuestra historia de libertadores y, especialmente, con ese cargamento de esperanzas y fe que se respira día a día en nuestras calles."
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