Todas las veces que los opositores al gobierno han sido atacados con armas de fuego (pistolas, revólveres, bombas lacrimógenas y demás), bien sea por parte de los cuerpos represivos del Estado o bien sea por las bandas "civiles" (mejor dicho, no militares) organizadas del chavismo, me pregunto de dónde demonios salen tantas armas.
No hay forma de justificar que un civil o algún uniformado desenfunden sus armas de fuego contra personas desarmadas. Eso es un delito. No hay argucia verbal que permita darle piso jurídico a tamaño desenfreno. O a tamaña cobardía, más bien.
Ante la frecuencia, casi normalidad, con la que ocurren estos eventos, hay que preguntarle a los responsables (ministro de relaciones interiores y justicia, por ejemplo), ¿dónde venden esas armas o bombas lacrimógenas? ¿En Mercal? ¿O más bien en PDVAL? ¿A cuánto el kilo de lacrimógenas o cuánto la docena de balas?
Hoy, ocurrió otro de esos episodios, ante una modesta manifestación de trabajadores de la Alcaldía Metropolitana frente a CONATEL quienes fueron a protestar contra las amenazas a la libertad de expresión y la descentralización, se presentaron sujetos supuestamente de la Policía Metropolitana y uno de ellos desenfundó.
Y, lo peor de todo, ésto ocurre en la nariz de la policía municipal de Baruta y ellos no pueden apresar al que comete el delito de desenfundar un arma contra personas desarmadas.
Así estamos.
¿Las armas las venden en Mercal?
Etiquetas: Armas, MercalEscrito por Néstor a la/s 10:51 p. m.
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