El verbo disolvente

“... Bocaranda se metió con mis hijos, de 12, 8 y 5 años, que deben estar protegidos por las leyes de este país. Este señor, con el desparpajo y la asquerosa condición que lo caracteriza, mencionó el lugar donde el colegio los lleva a prácticas de natación...

... Te metiste con mis hijos proxeneta, si algo le pasa a uno de ellos por la acción criminal de tus cómplices, no habrá cloaca, ni madriguera, ni agujero en donde te vas a meter, porque te voy a buscar y ahí te voy a encontrar..."

Así habló Jorge Rodríguez, actual alcalde del Municipio Bolivariano Libertador (esa terrible redundancia nominal que padece Caracas); ex- vicepresidente de la República; ex-presidente del Consejo Nacional Electoral y títere de cualquier tontería partidista que se le ocurra al presidente Chávez.

Estas linduras verbales de Rodríguez fueron dichas contra el periodista Nelson Bocaranda Sardi, reconocido periodista de actualidad y política, quien generalmente ofrece primicias y denuncias de alto vuelo en su columna de los días jueves (Runrunes) en El Universal y en su programa diario en la radio.

Estas fueron las palabras que desataron la furia y amenazas de persecución de Rodríguez:

Otro ejemplo de la doble cara robolucionaria la da el alcalde Rodríguez cuando pide a la Alcaldía de Chacao registrarse como habitante del municipio para poder usufructuar los excelentes servicios municipales y para que sus hijos vayan a la piscina del parque en La Castellana. Su apartamento en La Corniche de Altamira, con vidrios blindados por seguridad, tiene un costo superior al millón de dólares. Su caravana de protección asusta a los vecinos.

Aquí, la columna completa de ayer de Bocaranda: http://bit.ly/Y2qdG.

¿Por qué se molestó tanto Rodríguez? ¿Acaso son mentiras? No. El alcalde se encargó con su pataleta de confirmar la información. ¿Por qué no nos dice más bien de dónde sacó el dinero para comprar un apartamento de ese calibre en Altamira?

¿A qué viene el escándalo con lo de los hijos? Seguramente, después de los hijos del presidente, los de Rodríguez deben ser de los más cuidados de este país. Es la excusa perfecta para denunciar e imputar al periodista, quien es una piedra en el zapato rojo.

¿O es que Jorgito quiere más efectivos para que lo custodien? ¿De qué se siente tan inseguro?

Los pisoteadores profesionales de derechos, los burlistas de oficio, viven asustados pensando en que alguien les haga lo que ellos ya han hecho o pensado hacer.