"... En este momento, para mí es mucho más importante estar en Pekín que en Nueva York... venimos cargados de entusiasmo porque nuestra relación con China ya pasó a un nivel estratégico muy alto. Este gran país necesita mucho petróleo, mucha energía...
... Estamos trabajando en un proyecto de construcción de una flota petrolera conjunta chino-venezolana...
... China está demostrando al mundo que no hace falta agredir a nadie para ser una gran potencia (...) El ascenso de China no ha sido a costa de invasiones...
... Estamos construyendo un mundo pluripolar porque será la única manera de lograr lo que decía Simón Bolívar: el equilibrio del universo para tener paz en esta tierra..."
Palabras del presidente Chávez en China, en medio de la sorprendente gira del mandatario venezolano.
Según Chávez, para él es más importante estar en Pekín que en New York. Pero que quede claro. Es para ÉL, no para el país. Para Venezuela lo mejor sería un presidente normal que vaya a la Asamblea General de la ONU a discutir los temas relevantes del país y del planeta, no que vaya a payasear diciendo que el diablo estuvo allí -en un mal chiste referido a Bush-.
Pero no. De eso no tendremos los venezolanos. Tendremos, casi como una bofetada a la dignidad nacional, a Nicolás Maduro balbuceando el cuento gastado del imperialismo yanqui, de la opresión que tienen que soportar Venezuela; Ecuador; Nicaragua; Bolivia y Cuba; que quieren matar a mi Comandante, etc. En su ignorancia, sería capaz de expresar su felicidad por el cierre del Yankee Stadium, porque seguramente hasta en ese oprobioso lugar deben haber conspirado.
Volviendo a Chávez, seguramente para ÉL es mejor estar en China que en New York. ¿Acaso no acaba de insultar a ese país? ¿Acaso no acaba de expulsar al embajador de Estados Unidos en Venezuela? ¿Acaso esta vez no podría pasearse por el Bronx y hacer obras de caridad con los pobres newyorkinos sabiendo que tal vez recibiera abucheos en vez de aplausos? ¿Será que le temió al caso del maletín y al "cante jondo" de Antonini en el juicio? ¿Tal vez olfateó una detención en territorio estadounidense?
Especulaciones todas, claro. Lo cierto es que mientras Chávez se regodea con los chinos, les compra chatarra militar y sueña con mundos "pluripolares", en New York la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, convoca a los presidentes de UNASUR para hablar de Bolivia y la suerte de Evo. La Bachelet, muy inteligentemente, apartó a Chávez de la crisis boliviana.
Así estamos.
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