"... no estoy planeando matar ni a Chávez ni a Fidel Castro, porque ya bastante ocupado estoy tratando de acabar conmigo mismo...
... No es por razones morales sino por falta de tiempo que no me hallo en la conspiración del magnicidio, o más exactamente minicidio o monicidio...
... Si Dios en su infinita misericordia decidiera llevarse a su regazo a estos impresentables dictadores y condenarlos al silencio eterno, le haría un favor inestimable al mundo civilizado..."
Palabras del siempre sarcástico periodista peruano Jaime Bayly, en relación con la acusación de Roy Chaderton Matos (representante de Venezuela ante la OEA). Según Chaderton, Bayly es parte de una conspiración internacional -y mediática, faltaba más- que pretende asesinar al presidente Chávez. En el mismo lote de magnicidas está la periodista María Elvira Salazar.
La infinita ridiculez e insania mental del universo chavista ha desencadenado una retahila de acciones absurdas que aún no termina.
Por cierto, no es la primera vez que Chaderton ha sido ridiculizado. Hace algún tiempo, en ejercicio de sus funciones como embajador venezolano en México, tuvo un impasse con el escritor Carlos Fuentes, quien lo "carajeó" de una manera que sólo un intelectual de la talla de Fuentes puede hacer.
Pero así vamos, haciendo el ridículo por el mundo, creyendo que el petróleo es el mejor limpiador de culpas que existe.
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