Europa quedó helada. Literal y figurativamente hablando.
Al hecho geográfico y estacional, se le agrega un hecho económico y político de importancia: la bajada sostenida de los precios del petróleo desde mediados del 2008. Combinación rara, pues la lógica del mercado indicaría que en el invierno occidental aumenta la demanda de combustibles, lo que empuja al alza de los precios.
Ese dato por sí solo nos indica que los precios del petróleo responden a muchísimas otras variables, mucho más allá de la mera demanda por necesidad.
En una drástica decisión que amenaza con abrir una nueva guerra energética entre Rusia y Ucrania y pone en peligro el suministro a la Unión Europea, Moscú paralizó desde el jueves el envío de gas a Ucrania.El gigante estatal ruso Gazprom justificó la medida alegando que Kiev aún no ha pagado la deuda millonaria que mantiene con esta compañía por el combustible enviado hasta ahora y por el fracaso de las negociaciones para firmar un nuevo contrato de suministro para 2009.
Se trata de la segunda vez en tres años que Rusia cierra el grifo del gas a Ucrania. En 2006, lo hizo durante dos días, una medida que provocó problemas en varios países de la UE, como Italia y Hungría. Ahora, Moscú teme que, como en aquella ocasión, Kiev comience a quedarse con parte del combustible destinado a los consumidores comunitarios. Más de un tercio del gas que consume Europa lo suministra Rusia, y un 80 por ciento de ese combustible pasa por Ucrania, mientras que el 20 por ciento restante va por Bielorrusia.
Para Ucrania, casi totalmente dependiente del gas del país vecino, los efectos pueden ser aún más negativos. La decisión de Moscú llega en pleno invierno. La compañía ucraniana Naftogaz confirmó el cese de los envíos por parte de Rusia (110 millones de metros cúbicos de gas al día) y aseguró que, pese a todo, cubrirá
sus necesidades con las reservas de gas que tiene en los depósitos, equivalentes al 35 por ciento del consumo anual del país.
Hay que hacer notar que Rusia está jugando duro en el tablero internacional. Duro y hasta un poco sucio. Rusia se está haciendo notar "sometiendo" a los países de la órbita soviética que se independizaron luego del derrumbe de la gigante e inoperativa URSS. Georgia y Ucrania pueden dar fe de ello.
Rusia, para los interesados, es el país más grande del mundo: 17.075.200 kilómetros cuadrados. De los cuales, 12.755.175 están en Asia y 4.320.025 en Europa. Como curiosidad, Rusia es el país más grandes de ambos continentes.
¡Y pensar que esas son las "amistades" que, como país, hemos cultivado los últimos diez años!
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