¡Así dijeron!

"... Ya empezaron con su carga de violencia supuestos movimientos estudiantiles, que lo que menos tienen es de estudiantes, direccionados por la burguesía, preparados por el imperio (…) están incendiando calles, parques, lanzando piquetes violentos, buscando víctimas fatales...
... Quieren ver estudiantes, estudiantes bolivarianos a la calle, a defender la Patria, no se dejen robar el futuro. Yo jamás dejaré que les roben el futuro...
... Ahora dicen por todos los medios: «Chávez ordenó reprimir a loa estudiantes. Les tiene miedo a los estudiantes». Digan lo que quieran. Lo que he dicho es, y así va a ser y lo repito: no voy a permitir guarimbas, no voy a permitir que incendien Venezuela ... Tratan de presentarse como las víctimas de un Chávez represivo. No. No es el Gobierno que yo dirijo un Gobierno represivo. Sólo les he dicho a los oligarcas, y se los repito: el Chávez pendejo quedó atrás...
... Si aquí hubiera equilibrio informativo y mediático, yo no tuviera problema en quedarme en Palacio trabajando pero como yo sé que la oposición y sus medios de comunicación están tratando de confundir al pueblo yo decidí irme a la calle, Chávez está en la calle y llamó a todo el pueblo a la calle...
... Los que quieran dejarles a nuestros hijos una Venezuela incendiada, destruida, agitada en sangre, sigan a esa oligarquía; los que quieran Patria vengan con Chávez a construir la Patria buena y feliz para nuestros hijos...”


Parte del dantesco discurso del presidente Chávez, al referirse a las protestas protagonizadas por el Movimiento Estudiantil venezolano. El gorila que lleva dentro el presidente salió a flote de nuevo, luego que los estudiantes "desobedecieron su orden" de no protestar.
La realidad de la calle le explotó -como explotan los niples y bombas chavistas- en la cara al presidente. La orden de represión dada el sábado, un hecho público y comunicacional -un delito-, se estrelló contra la resistencia civil de los jóvenes estudiantes venezolanos.
La resistencia está en marcha -de nuevo-.
Por cierto, señor presidente... usted ha pisado el peine de la violencia y la represión. Digo, por si nadie se lo ha dicho todavía. ¿No hay por el Palacio algún abogado que le cuente aquello de que hay ciertos delitos como los que usted comete que no prescriben?