“... El mundo debería ponerse de pie, las Naciones Unidas, los gobiernos de Europa, del Oriente Medio, de Arabia; los grandes países del mundo deberíamos todos pronunciarnos y exigir, como Venezuela exige con nuestra voz y nuestra moral, el cese de la invasión en la Franja de Gaza y del asesinato de miles de inocentes...
... hay una crisis humanitaria terrible, producto de la invasión de Israel a la Franja de Gaza, hay una verdadera masacre, con bombardeos cada 15 minutos, y ahora la invasión terrestre a la Franja de Gaza...
... estas acciones “son apoyadas e impulsadas por el Gobierno de Estados Unidos, al que le quedan unos días, pero ahí está. No se sabe incluso qué planes tienen para extender la guerra en el Oriente Medio y otras partes del mundo...
... es triste que Israel se preste y siga actuando como brazo asesino del imperio yanqui. Hay que denunciar al Gobierno de Israel como un gobierno asesino, un gobierno genocida...”
Esas fueron las lamentables palabras del presidente venezolano, al seguir metiendo su nariz en un conflicto ancestral en el que no tenemos ni arte ni parte. Las fuertes declaraciones buscan lo de siempre: provocar y causar alguna respuesta, por pequeña que sea, que le de aliento, alas y algunos votos al infeliz presidente.
Porque estemos claros, ¿de cuándo acá a Chávez le interesan los muertos palestinos o de donde sean? Porque hasta ahora, este señor no ha emitido una sola palabra contra los innumerables asesinatos ocurridos en su propio país, muchos de ellos muy cerca de su "Palacio" caraqueño. ¿Esa masacre venezolana no le duele pero sí le duelen lo que le ocurre a los palestinos? Difícil de creer.
Ahora vendrán las reacciones de la comunidad judía nacional e internacional, así como seguramente tendremos una respuesta igual de dura del gobierno israelí.
Así estamos.
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