Lo que sigue a continuación es el "trabajo de ascenso" del coronel de la guardia nacional, Antonio Benavides Torres, presentado hoy micrófono en mano frente a la sede de la CANTV... en la avenida Libertador
Es una tragedia para el país que los comandantes de las fuerzas armadas estén intoxicados de tal manera con el discurso chavista-fascista. Lo que dijo el coronel es lo mismo que dice Chávez en cualquier intervención pública. El pasticho de ideas (que no ideológico) que mezcló el comandante Benavides es francamente deplorable.
Tragicómica la actuación de Benavides cuando vió a la periodista de Globovisión. Cómico como pega la carrerita al verla. Trágico y cobarde cuando ordena que la rodeen funcionarios armados.
Entre este sujeto, el señor de la policía que habló hoy ataviado con una camisa entre roja y rosada y el patético discurso de Cilia Flores, queda demostrado que estamos gobernados por una banda de resentidos e ignorantes en muchos sentidos. Personas que no saben articular un discurso medianamente claro, medianamente inteligible... y ni siquiera un par de párrafos correctos.
Gente, al fin y al cabo, que es buena para dar coñazos y patadas, pero que no sirven para el diálogo y la concertación. Buena para destruir, pero jamás para construir.
Lo peor, es que el gobierno seguramente cerrará filas con Benavides y será enaltecido. Será el próximo héroe de la revolución, al mejor estilo de los asesinos de Puente Llaguno.
... Y este coronel ya no podrá alegar obediencia debida. Su obediencia es rastrera y francamente repulsiva. Pero eso no sirve para rebajar condenas cuando nos alcance la justicia internacional.
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