"... Sea un verdadero soldado del pueblo y cumpla la orden o quítese el uniforme, si quiere reivindicar su honor no tiene otra alternativa, si no quiere salir por la puerta de atrás reparta el material para la consulta popular y si es el caso contrario, los soldados del mundo lo condenaremos...
... desde el punto de la ética militar Vásquez falló, él solamente debía cumplir con una operación logística de repartición de material para la encuesta, una encuesta que sólo pretende consultar la opinión del pueblo, ni siquiera es un referéndum, no es vinculante...
... confío en el carácter patriótico de los verdaderos soldados de Honduras, dénle la cara al mundo con dignidad no sedan a las presiones de los medios de comunicación, de la oligarquía y de la embajada de los Estados Unidos que sigue metiéndose en sus asuntos internos..."
Palabras pronunciadas hace pocas horas por el presidente venezolano para referirse a la crisis político-militar que se vive en Honduras.
Una vez más, el presidente Chávez mete su nariz innecesariamente en los conflictos ajenos para tomar partido.
Son innumerables las veces en que este gobierno, a través del verbo insolente de Chávez, ha mostrado su visión primaria de la realidad (blanco o negro), peligrosa en lo que a relaciones internacionales se refiere.
En Colombia, Chávez tomó partido abiertamente por las FARC. En México, a favor de Andrés Manuel López Obrador en su protesta contra el gobierno ganador de las elecciones presidenciales. En Bolivia, se actuó contra los gobernadores de oposición a Evo Morales en los recientes conflictos.
En el Cáucaso, se tomó partido contra Georgia y a favor de Rusia en la guerra ocurrida en agosto pasado. En el Oriente Medio, se atacó frontalmente a Israel en su lucha contra Hamas por el control de la Franja de Gaza. Recientemente, en Irán se volcó contra los opositores y a favor del presidente.
Es decir, el presidente venezolano ha roto desde hace muchos años una regla del derecho internacional -establecido, además, en la carta de la ONU-: el Principio de No Injerencia. Según el parágrafo 4 del artículo 2 de la Carta de la ONU:Los Miembros de la Organización, en sus relaciones internacionales, se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado, o en cualquier otra forma incompatible con los Propósitos de las Naciones Unidas.
... y aquí no pasa nada. Ni aquí, ni en la OEA ni en la ONU.
La flagrante falta de respeto contra las Fuerzas Armadas de otro país (hoy Honduras, pero hace poco fue Bolivia) es uno de esos actos de injerencia que más golpean a los ciudadanos del país afectado: Chávez ha humillado no sólo a los militares hondureños sino a todos los hondureños, quienes ven como un presidente extranjero regaña y ofende a sus militares. Además, pareciera que da órdenes no sólo a los militares sino hasta el propio presidente Manuel Zelaya.
Me pregunto... ¿con qué moral le dice Chávez a un general hondureño que sea "un verdadero soldado del pueblo"... Los hondureños deben saber que el nuestro no se comportó como un verdadero soldado en más de una ocasión.
Hay que disculparse con los amigos hondureños por estos errores garrafales de la diplomacia chavista, que más bien parece diPLOMOcia.
Como siempre, Chávez metiéndose pa´lo hondo... o metiéndose en honduras, en este caso literalmente.
El verbo disolvente
Etiquetas: Honduras, Verbo disolventeEscrito por Néstor a la/s 9:47 p. m.
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