Fronteras sin paz: circo en Tegucigalpa

Es lamentable ver cómo se manejan los asuntos diplomáticos en nuestro continente. Seguramente es igual en otros continentes, pero este es el que conocemos más de cerca y del que podemos opinar con algo de propiedad.

La situación de Honduras abre muchas interrogantes, pues es obvio que varios países tienen la mano metida en esto. Estados Unidos; Venezuela; Brasil; Nicaragua; y probablemente Costa Rica tienen responsabilidades que asumir respecto a lo que pueda ocurrir en Honduras.

La llegada "misteriosa" de Zelaya a la capital de Honduras, su aparición también misteriosa en la embajada de Brasil, no puede menos que causar indignación a quienes creemos en .

Es indignante la posición de Brasil en todo esto. Me recuerda su triste papel en Ecuador durante los acontecimientos de año 2004, cuando Lucio Gutiérrez fue depuesto por una rebelión civil y militar.

Gutiérrez, al no poder escapar por el aeropuerto de la ciudad de Quito, porque los quiteños tomaron la pista principal, Gutiérrez huyó a refugiarse en la embajada de Brasil, y de allí salió para ese país. Brasil intentó deslegitimar el nuevo gobierno pero finalmente no pudo. Esta vez, caso Honduras, está jugando un papel similar.

¿Y si todo ésto no es más que un anzuelo al presidente venezolano para que se distraiga mientras deja tranquilos a los colombianos con sus bases? Todo es posible en la viña de los dólares y el petróleo barato.

Todo suena a negociaciones tras bastidores entre los presidentes, incluyendo Micheletti.

Ojalá me equivoque, pero están jugando con la paciencia del pueblo hondureño. Y hasta donde hemos visto, no se van a aguantar tranquilamente cualquier negociación que se haga a escondidas.