Enhora buena comandante.
Debe haber sido como tocar el cielo en medio de armoniosas melodías amelcochadas, como una descarga eléctrica que recorre de extremo a extremo el abombado cuerpo haciendo cosquillas agradables y a la vez perturbadoras, como aquella imagen idílica de los protagonistas de la película "Titanic" en el barco.
¡Al fin lo logró! ¡Al fin el comandante estrechó las imperiales manos del negro más famoso de estos tiempos! ¡Al fin!
Sólo me hago un par de preguntas...
¿Qué pensarán todos los ministros, funcionarios de gobierno, militantes de partido que han sido obligados a maldecir todo lo que huela a imperio?
¿Qué pensarán los venezolanos que de buena fe aún creen en la retórica antiestadounidense que sale ametrallada de la boca presidencial?
Eso, comandante, es lo que antes llamaban un "Momento Kodak"
El comandante casi le parte los dedos a Obama, que parecían frágiles huesos de pollo. Y yo, desde la humildad que me caracteriza, hice todos los arreglos para que el comandante coronará sus esfuerzos de toda una década buscando hablar con algún presidente de Estados Unidos.
Yo fui el arquitecto de ese sueño para mi presidente"
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