El mes comienza frenético, lleno de malas noticias, como si fuese el prólogo de esta especie de recta final en que se nos ha convertido el país.
El asesinato, presuntamente a manos de sicarios, del estudiante y presidente de la Federación de Centros Universitarios de la Universidad del Zulia(LUZ), Julio Soto. El crímen se cometió en Maracaibo, mientras Julio Soto se trasladaba en carro con otros estudiantes.
Lo acribillaron. Una masacre. Aproximadamente 20 disparos lo impactaron. Un hecho inconcebible.
Pero también hubo heridos, uno de ellos de cierta gravedad. Julio era parte del partido social-cristiano COPEI.
Y aquí se desgañitan los diputados serviles y rastreros del gobierno anunciando el apocalipsis si le tocan un cabello a su presidente Chávez. Se les van los gallos gritando a los cuatro vientos que medio planeta quiere asesinar, "magnicidiar" a su pobrecito comandante. Pero ni por un momento se les pasa por la cabeza la verdadera matanza que está ocurriendo fuera del Palacio de Miraflores. Todos sabemos que se les aflojan las tripas de sólo pensar que su comandante no esté... pero tengan un poco de decencia.
El Movimiento Estudiantil se ha declarado en luto activo y ha programado reuniones extraordinarias para evaluar los acontecimientos. Pero ya es hora de hacer algo más... ojalá el Parlamento Estudiantil -del cual Julio formaba parte- despierte de su largo sueño y fije una posición clara sobre el brutal hecho.
Ya basta de pensar que todo se soluciona saliendo a votar el 23 de noviembre.
Mientras eso ocurre, también fue noticia:
- Carlos Kauffman acusa a Jorge Rodríguez y a jefe de la Disip por el caso de la maleta llena de dinero.
- La aprobación de la Ley de Ordenación Territorial, que reduce a nada las potestades de gobernadores y alcaldes.
- Caracas es nombrada la ciudad más peligrosa del mundo.
- Las FARC se ofrecen para la primera línea de combate cuando nos invada el imperio.
- Continuación del plan intimidatorio contra periodistas en el aeropuerto internacional.
- Los ex-trabajadores de Coca Cola FEMSA bloquearon por enésima vez la entrada a las oficinas en Caracas.
En fin, las malas noticias nunca se detienen. Mucho menos en un país gobernado por una mafia de delincuentes que no encuentra cómo desviar la atención del país y de la comunidad internacional hacia cualquier otra cosa que no sea su gestión.
Así estamos. Entrando en la última parte del año y en el punto más oscuro del túnel... como el mejor anuncio de un despertar que no se ve tan lejos como parece.
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