Caracas me despidió el pasado viernes en la tarde en medio del terrible y acostumbrado tráfico. En medio del estrés por llegar a la hora y de la posibilidad de alguna vía trancada -por lluvia, protestas, accidente, reparación interminable, etc.-, el aeropuerto se vuelve un oasis dentro del despelote capitalino.
Si bien Maiquetía no es el mejor aeropuerto del continente, resulta una posibilidad relativa de orden y buenos modales a los cuales no estamos tan acostumbrados los caraqueños. Bueno, lo de los buenos modales quizás es una exageración de mi parte. Pero parece. Para cualquier persona de otro país, sencillamente nuestro aeropuerto debe parecer un caos del cual provoca salir corriendo -o volando, para hacer el chiste fácil-.
En Maiquetía hay "seguridad". Por lo menos hay bastantes policías o funcionarios de cualquier índole que sugieren una sensación de seguridad. En Maiquetía, las personas no voltean para mirar quién camina a su lado o a un par de metros de distancia, tal es la sensación de esa seguridad difícil de definir.
Por fortuna, el avión salió a tiempo. Y la llegada también fue puntual. Agotadora pero puntual.
Buenos Aires me recibía casi al amanecer del sábado, en medio de un clima bastante frío.
Continuará...
Buenos Aires (1)
Escrito por Néstor a la/s 8:38 p. m.
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