En 1936 se realizaron los XI Juegos Olímpicos de la Era Moderna en Berlín, Alemania. Uno de los Juegos Olímpicos más controversiales de todos los tiempos.
Razones para la controversia existían de sobra. En perspectiva, estos Juegos se realizaron apenas 3 años antes del inicio de la 2da Guerra Mundial; en la Alemania gobernada por Adolf Hitler.
La escogencia de la sede ocurrió antes del ascenso de Hitler al poder como Canciller alemán. Sin embargo, ya para 1936 quedaban claras las intenciones del Führer: ya se conocía su libro Meim Kampf; había ocurrido el famoso incendio del Reichstag y la llamada "Noche de los Cuchillos Largos".
De hecho, Estados Unidos se planteó el boicot, pero finalmente asistió a los Juegos. El gobierno de Hitler aprovechó la oportunidad de oro que proporcionaban los Juegos para hacer propaganda del nacional-socialismo (nazismo). Los principales cultores del regimen nazi (Joseph Goebbels y Albert Speer) encabezaron el programa propagandístico.
Estas imágenes corresponden a la inauguración de los Juegos. Fueron editadas en 1938 y en ellas vemos la cuidada estética y simbología nazi, que rememora los desfiles militares a los que era adicto el Führer. Vale la pena verlo como documento histórico.
Esta fue la competencia de los 100 metros planos, en la que Owens ganó la medalla de oro (con marca de 10,3 segundos):
Los XI Juegos Olímpicos de la Edad Moderna quedaron para siempre asociados al regimen nazi. La propaganda, de una manera u otra (seguramente no del modo que Goebbels hubiese querido) funcionó.
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