El fantasma de Ingrid

Ingrid Betancourt es una mujer admirable desde todo punto de vista, coincida uno o no con su pensamiento y tendencia política. El sólo hecho de haber soportado las condiciones de secuestro en la selva colombiana, hace que cualquier ser humano sea digno de admirar. Vaya con ésto mi respeto y admiración a todos quienes hayan sufrido o estén sufriendo tal vejámen a la condición humana.

Pero esa misma condición humana que muchas veces nos hace creer en la grandeza infinita, también se reduce al pantano del desencanto.

Los hasta ayer adoradores y beatificadores de Ingrid Betancourt (el símbolo político más poderoso de la América Latina de los últimos años), quienes manoseaban su dolor y su condena como un necesario sacrificio para que algunos revolucionarios pudieran cumplir su misión en este planeta, hoy dan asco. Los adoradores de la Ingrid convertida en mártir no pueden soportar su "resurrección". El hecho de que esté viva genera urticaria, un malsano resquemor de quien de pronto se queda sin héroe al que rezarle.

Los revolucionarios, nacionales e importados, parecen preferir a Ingrid secuestrada ad infinitum en la selva... o, en el peor escenario, muerta. No de otra forma se puede entender la jauría mediática que ha soltado la izquierda radical para decir que el rescate por parte del Ejército no fue tal, que fue una liberación de las FARC; que las FARC no fueron engañadas; que no están disminuídas ni mucho menos; que qué bolas que es una malagradecida con el comadante Chávez y el presidente Correa; que a lo mejor estaba drogada o loca cuando declaró; que negoció con Uribe y el imperio; que está mal informada; que la mamá, la antiuribista Yolanda Pulecio debe abrirle los ojos; que ya pactó con Uribe el tercer mandato del mismo; etc.

Bajezas. Paja.

¿Por qué es tan difícil reconocer que gracias a Dios Ingrid está en libertad gracias al gobierno colombiano? Porque la Ingrid que tienen en su cabeza es el símbolo mártir que la misma izquierda fanatizada se encargó de construir y que utilizó en su combate político contra las fuerzas adversas del continente. Pero señores, hay noticias: la Ingrid Betancourt que declara y agradece al Ejército; al ministro de Defensa; al presidente Uribe y la que "regaña" casi que con ternura a su mamá por no agradecer a Uribe, esa Ingrid es la figura política polémica que tantas resistencias sembró antes de su secuestro y que sin dudas seguirá sembrando en su carrera política.

Así que acostumbrémonos. Y acostúmbrense a eso señores de la izquierda radical.

El fantasma de Ingrid Betancourt, el símbolo y la política polémica, seguirá rondando por un buen tiempo más.

Estas fotos deberían estar en una "galería de la infamia":












Así se montó el altar de Ingrid, con el desparpajo del que sonríe, cena, almuerza, viaja y posa para las fotos con el fin de comprar un poco de oxígeno político, al precio de la vejación de un ser humano.

Dan asco estos mercenarios de la política (excluyo de esa lista a la madre, esposo, ex-esposo e hijos de Ingrid Betancourt).

0 Comentarios para la Caja: