"... La vida de todos los venezolanos está en peligro con este Gobierno y es urgente salir del mismo, el país va rumbo a una colisión . Nuestras vidas están en peligro y eso está por encima de Chávez y cualquier persona...
... me pueden meter preso o quizás pierda la vida por instrucciones del presidente Chávez, pero estoy diciendo la verdad...
... a todos mis compañeros: tuvimos una insurrección que ha cambiado el país para mal… sus grados no son nada para el presidente cuando vemos cómo pisotean a un alto oficial…vamos rumbo a la anarquía y a la desaparición de nuestra institución armada…
... el país se nos va de la mano, la supervivencia de nuestra generaciones depende de que despertemos... hago un llamado a que despierten…continuaré en el empeño aún a riesgo de mi propia vida…"
Palabras del General (r) Raúl Isaías Baduel en rueda de prensa ofrecida hoy.
Baduel se ha convertido para algunos sectores de la oposición en una especie de Esfinge que custodia el buen rumbo del país. Se deja ver como una personalidad mística, más allá del bien y el mal, que estuvo en el infierno y regresó vivo para contarlo (cual Perséfone o Proserpina, diosas de la mitología griega y romana respectivamente), que no es parte del coro de los partidos políticos de oposición sino que se monta sobre sus hombros desechables, que no está interesado en ningún cargo público o de elección popular pues está empeñado en salvar la república.
No creo en redentores ni Mesías políticos. Los venezolanos ya tenemos demasiado de esa misma medicina que no hace sino enfermarnos cada vez más. Mucho menos creo en militares redentores, porque su propia condición militar les suma un dispositivo de superioridad moral con el que no comulgo.
Baduel fue protagonista de la conjura de 1992. Protagonista también del tristemente famoso juramento del Samán de Güere, ocurrido el 17 de diciembre de 1982, junto a Chávez.
Lamentablemente, Baduel sufre del mismo síndrome que sufre Chávez y que han sufrido también Francisco Arias Cárdenas, Jesús Urdaneta Hernández, Yoel Acosta Chirinos y todos los "líderes" del MBR-200 (Movimiento Bolivariano Revolucionario 200). Es el síndrome del marciano recien aterrizado: el que no sabía cómo eran las cosas antes, el que parece que nunca estuvo por aquí, el que acaba de llegar de otro planeta y quiere cambiarlo todo. En breve, el ungido, el salvador de la patria, el que se cree limpio de culpas.
Me parecen extrañas esas declaraciones de Baduel. Si hay algo que hemos aprendido es que él no habla por hablar, que en sus palabras enigmáticas van cifrados mensajes (o metamensajes). Si ha podido aguantarse hasta ahora la ofensiva del gobierno casi un año después de su salida del ministerio de defensa, ¿por qué ahora sale a denunciar las amenazas? ¿acaso esas amenazas no existieron antes del referendum del 3D? ¿acaso subieron de tono esas amenazas y ya se transformaron en hechos concretos? Sería bueno tener alguna respuesta.
Ni siquiera estamos tan cerca de las elecciones regionales como para que Baduel intente inclinar la balanza contra el gobierno.
¿A quiénes van dirigidas las palabras de Baduel hoy? Sin dudas, a los militares activos. Y, tal vez sin querer o queriéndolo con toda su alma, sus palabras tienen el propósito de sacudir al liderazgo opositor, entrampado en el pantano podrido de las candidaturas para las elecciones de noviembre, como si este país aguantara un descalabro mayor.
Sin dudas, hoy se deben haber disparado las alarmas en los sótanos del Palacio de Miraflores ante un posible alzamiento de lo que queda de oficialidad en la Fuerza Armada. Porque no hay que negar que a Baduel le tienen miedo en el gobierno.
Pero hay algo que comparto cien por ciento con el General Baduel: la urgencia de salir de este gobierno porque el país va rumbo a una colisión.
Ojalá se equivoque Sr. Baduel, pero en el fondo siento que su angustioso llamado tiene mucho de certeza, con todas las reservas que pueda yo tener al respecto.
0 Comentarios para la Caja:
Publicar un comentario