"...(a la oligarquía y a los medios de la oligarquía) que se preparen porque PDVSA no solamente es roja rojita, PDVSA está con Chávez y PDVSA está con la revolución... y si la oligarquía debe temernos, la oligarquía debe tenernos pavor porque nosotros odiamos a la oligarquía...
"...(las empresas socialistas) son espacios donde se va a construir un nuevo tipo de relación humana, un nuevo tipo de relación económica, productiva, una nueva relación con los trabajadores, una nueva relación con la sociedad...
... tenemos que construir un sistema de distribución socialista... esa distribución tiene que estar en manos del pueblo, en manos de la revolución, la producción tiene que estar en manos del pueblo, en manos de la revolución, los medios de comunicación tienen que estar en manos del pueblo y regulados por el Estado venezolano, porque además nuestras empresas socialistas deben cumplir una tarea ideológica muy importante, tienen que ir a explicarle al pueblo qué estamos haciendo, tienen que explicarle al pueblo que se trata de la batalla contra el capitalismo, porque los capitalistas tienen intacto sus medios de información y confunden, no solamente con nuestros enemigos sino que confunden con los infiltrados...
... (empresas del Estado) quien no tenga comités socialistas es sospechoso de estar conspirando contra la revolución...
... (compañeros trabajadores petroleros) me plantearon cuándo vamos a discutir la convención colectiva, y yo les dije la vamos a discutir cuando la revolución asuma la dirección de la FUTEV, la revolución tiene que ganar la FUTEV, porque yo no me voy a sentar a discutir la convención colectiva con ningún enemigo de Chávez, con ningún enemigo de la revolución, ¿qué es eso?... daremos una discusión de la convención colectiva entre revolucionarios..."
Palabras del ministro de energía, presidente de PDVSA y vicepresidente del PSUV, Rafael Ramírez, durante el "I Encuentro Nacional de Comités Socialistas de trabajadores de la industria petrolera". Demasiados títulos, demasiados nombres para decir nada.
Pero más allá de la anécdota nominal, hay cosas importantes a destacar en ese discurso:
- Primero, no oculta Ramírez su descarada sumisión a Chávez, a quien proclama en innumerables ocasiones como comandante de la revolución y por quien se deshace en loas contínuas.
- Segundo, el discurso ha generado muchísimas ronchas entre los trabajadores petroleros por la afirmación de que no habrá discusión de ninguna convención colectiva con nadie que no sea chavista. Y con razón se molestan los trabajadores petroleros, eso que dijo Ramírez es ilegal.
- Tercero, el discurso es medianamente coherente. No se distrajo Ramírez en anécdotas de la infancia ni en burlarse de sus seguidores. Ni trato de hacer chistes malos.
Hay que escucharlo para entender dos grandes líneas del accionar del gobierno:
- La producción y la distribución de los bienes de todo tipo tienen que estar en manos revolucionarias. Eso significa algo que todos sabemos, que la empresa privada está en la mira y que producir algo en Venezuela será cada vez más cuesta arriba. No sólo eso. Seguramente veremos una escalada contra los medios de distribución, especialmente de alimentos y medicinas (para aumentar los controles). Si fuese un simple ejercicio de especulación, diría que las cadenas de supermercados, panaderías, abastos, areperas, farmacias, kioscos, van a sufrir cada vez más controles; ni hablar de los laboratorios farmacéuticos, fabricantes de alimentos, golosinas y bebidas e incluso ropa.
- Por otra parte, veremos un aumento en la agresividad del patrono Estado contra los trabajadores a su cargo. Desmejoras sociales y más obligaciones políticas. Menos contratos colectivos y más protestas colectivas seguramente.
Ramírez enfatizó varias veces en ese discurso en la necesidad de que las unidades de producción no sólo sean socialistas, sino que sean EFICACES económicamente. Las tareas son eficacia económica (producir billete) e ideologización. También enfatizó en la necesidad de que las empresas tomadas por el Estado sean ejemplos para otros sectores de la sociedad en lo que a implementación del socialismo se refiere.
Es decir, ¡el nuevo modelo de sociedad vendrá de las empresas tomadas por el gobierno! ¡el desórden, la mala gestión y la ineficiencia son el modelo que propone Ramírez para el país!
Aquí el discurso se estrella con la realidad. Más ineficiencia que la demostrada por el gobierno, en sus instituciones (las viejas, las creadas por ellos, las imaginarias) y en sus planes es difícil de ver.
Es muy malo que eso, precisamente eso, sea el modelo que proponen a Venezuela y al mundo. El caos como un nuevo orden social, como una nueva forma de interrelacionarnos y producir. El resentimiento como elemento organizador de la nueva estructura social. El odio como motivador de la vida. Es lo único bueno del discurso de Ramírez, que pone en palabras más o menos inteligibles aquello que el presidente se desgañita en decir entre chistes e insultos durante horas y horas.
Si alguien tiene estómago para los 45 minutos de alabanzas socialistas al presidente y exigencias de compromiso a los trabajadores petroleros, aquí está el video:
0 Comentarios para la Caja:
Publicar un comentario