Esta semana que termina hoy (o mañana, según las preferencias) ha estado, para variar, cargada de acontecimientos puntuales que han copado los medios de comunicación y la agenda política del país.
Estos son los temas, sin orden aparente:
- Las secuelas del terremoto de Haití: el problema del rescate, la seguridad y la reconstrucción.
- La doble denuncia del gobierno venezolano sobre Haití: que el terremoto fue causado intencionalmente por Estados Unidos, a través de un arma secreta (la denuncia no fue broma: http://bit.ly/68i0HK). Adicionalmente, la supuesta invasión de Estados Unidos a Haití con la excusa de la tragedia.
- La expropiación de la cadena de retail Éxito (de capital colombiano, francés y venezolano).
- La reforma a la Ley del Indepabis: http://bit.ly/6gSNo5.
- Las declaraciones cruzadas del presidente venezolano con el presidente electo de Chile Sebastián Piñera.
- Las explosivas manifestaciones y represión en Mérida y Zulia contra los constantes apagones.
- La protesta en la final del béisbol venezolano: pancartas alusivas a Chávez ("Chávez está ponchao") desataron la represión de la Guardia Nacional contra los estudiantes.
- El nuevo capítulo de la persecución del gobierno contra RCTV Internacional: ahora Conatel, organismo encargado de velar por el cumplimiento de las leyes de telecomunicaciones, ha ordenado a 24 canales de cable a que trabajen como si tuviesen señal abierta. En el caso RCTVi, la clave es que están obligados a transmitir las cadenas que ordena el gobierno todos los días y ahora tiene nuevas restricciones de transmisión de publicidad.
- Las marchas de gobierno y oposición para "conmemorar" el 23 de enero.
La verdad es que no hay que ser un genio en análisis político para darse cuenta que varias de estas noticias tienen el tufo de la distracción, del mareo para olvidar la gigantesca crisis económica en puertas (producto del pésimo desempeño del gobierno) y la terrible crisis en el sector eléctrico que está llevando al colapso al país.
Ambos temas, país quebrado y sin energía eléctrica, así como la inseguridad, tienen la marca de identidad del chavismo: son los temas de fondo que necesitan ser desviados. Para eso, cualquier otro tema es "bueno": por ejemplo, la ideota (gran idea) de que el terremoto de Haití fue causado por un arma de Estados Unidos.
No quiero decir con esto que, por ejemplo, lo de RCTVi no es importante. Al contrario. Es demasiado importante, demasiado perverso como para dejarlo pasar por alto. Así como la reforma a la Ley del Indepabis que faculta la expropiación de cualquier "medio de producción", sin que medie la declaración de utilidad pública.
En algún lado leí en estos días algo que me preocupó: "Finalmente, Bienvenidos al Comunismo".
Creo que ya estamos del otro lado del río, contra nuestra voluntad. Y no nos queremos dar cuenta. Mientras el gobierno actúa abiertamente como dictadura comunista, muchos sectores políticos del país combaten al gobierno desde principios democráticos y estrictamente electorales. Es decir, aparentemente hay dos equipos que juegan en la misma cancha pero con diferentes reglas (el gobierno juega sin normas mientras los demás tienen que atenerse a un atajo de normas incomprensibles y tramposas).
Más nos vale reaccionar... no precisamente con "acuerdos" electorales, sino con la certeza de que si este gobierno no termina ya, la debacle será tan profunda como la que sufren los hermanos de Haití... y con medio planeta sacándonos el cuerpo en vez de querer ayudarnos.
Así estamos.
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