Nada pasa

Como se ha hecho costumbre, mientras que el país se ahoga en infinidad de problemas, el gobierno trata de evadir las responsabilidades mientras que los venezolanos nos recreamos en lo anecdótico y no solucionamos.

Mientras una pavorosa crisis energética recorre al país de norte a sur, de este a oeste y de arriba a abajo; mientras se descubre la ineficiencia mayúscula en la planificación del sector eléctrico del país; mientras se hace un tardío y erróneo plan de racionamiento, al presidente no se le ocurre sino responsabilizar a los venezolanos por derrochadores.

Mientras se intensifica una crisis en el suministro de agua en todos los rincones del país; mientras se conoce la magnitud de la crisis en los embalses y la red de tuberías que suministran el agua; el presidente trata de reeducar los hábitos higiénicos de los venezolanos, promoviendo que los baños sean de máximo 3 minutos.

Mientras la inseguridad corroe nuestro sistema de vida; mientras venezolanos y extranjeros son asesinados impunemente por la delincuencia común y la organizada, al gobierno no se le ocurre sino mandar notas de protestas al país vecino e insinuar que los asesinados eran parte de algún plan macabro.

Mientras el país atraviesa una grave crisis económica que ya tocó a todos los sectores sociales, el gobierno anuncia 40 medidas que nunca fueron tales, pone a sus ministros a dar un pobre espectáculo frente al país y al final no pasa nada.

Mientras todo eso ocurre, los venezolanos seguimos sin concatenar las molestias, sin enlazar los disgustos, y empinándonos en los detalles superfluos como por ejemplo los baños de totuma o la estupidez de anunciar cantos con Residente Calle 13.

Nada pasa... hasta que, simplemente, un día ocurrirá...