Violencia, muertes y risas

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Confieso que me detuve varias veces antes de abrir este post. Pensé miles de títulos posibles que fuesen hirientes, pero me contuve porque esa no es la intención.

Esta semana que termina estuvo plagada de acontecimientos para el país: desde la reconciliación de los gobiernos de Venezuela y Colombia (que sin dudas hay que celebrar), hasta la "bala fría" que hirió a una jugadora de béisbol de Hong Kong en un juego en pleno Fuerte Tiuna, pasando por las muertes de Luis Tascón y Alberto Müller Rojas y el affaire CNN vs. el gobierno y El Nacional vs. El Gobierno.

Tascón y Müller Rojas

Nunca comulgué con Luis Tascón ni con Müller Rojas. Ambos señores, que hoy descansan en paz, hicieron mucho daño al país con sus acciones, omisiones y "volteadas para otro lado". Apenas parte del entramado de daño masivo que se le ha hecho a la Venezuela del siglo XXI, cierto. Pero no por ser una parte de algo se aminoran las cargas y responsabilidades en todos los órdenes. Desde lo jurídico hasta lo celestial, si quieren.

Sin embargo, eso no me hace burlarme de esas muertes. Aunque piense en las causalidades y casualidades de los tipos de muerte de ambos personajes, no puedo burlarme ni alegrarme.

Al respecto mantengo un discreto silencio, en solidaridad con el dolor de la muerte que produce en sus familiares y amigos. Pero más nada, ni fresquito, ni dolor, ni indiferencia. Fue demasiado el daño que siguen causando las acciones, omisiones y volteadas para otro lado de estas personas.

A los que se alegraron y hasta celebraron esas muertes les digo: concentremos la rabia, el dolor y las ganas de justicia con los que están vivos (y que, peor aún, se creen más vivos que nadie). Me parece que esa es la dirección correcta. Al respecto, hoy Milagros Socorro escribe en El Nacional una columna titulada "Aplausos en el Hemiciclo", la cual recomiendo leer: http://bit.ly/9drWPI.

Los Guardianes de Chávez

Pero lo que no puedo pasar por alto es la intervención de Andrés Izarra en CNN, a propósito del documental "Los Guardianes de Chávez". Acá podrán ver el documental completo: http://bit.ly/9MhHSz.

Y acá, la intervención vergonzosa, tenebrosa e insana del Sr. Izarra:


Vergonzosa, porque a nadie más que a una persona de poca estatura se le ocurriría reírse y burlarse en la forma que lo hizo este señor. Por más que diga después que él no se estaba riendo de la violencia ni de las cifras de muerte, sino de la "pornografía periodística" de CNN y de los otros invitados, a cualquiera que haya visto esta puesta en escena le queda el amargo sabor de la burla macabra.

Tenebrosa, porque Izarra fue ministro de comunicaciones de este gobierno. Y es presidente de TeleSur (brazo comunicacional del chavismo en la región). Si este es el tratamiento que Izarra le dió y le da a los hechos, a las noticias desde sus tribunas propagandísticas, cada quien puede sacar sus propias conclusiones.

Insana, porque Izarra parecía un demente riendo de esa manera tan forzada, tan poco "resonante" con el contexto y con lo que se estaba conversando. Parecía estar tomando la invitación a participar en CNN como una "joda", pero le falló el cálculo político. No era ninguna joda el tema. Era, ni más ni menos, el tema más sensible que tenemos todos los venezolanos. Chavistas y no chavistas. Ninis y demás yerbas.

Su risa, más que rabia, causa miedo: estamos en manos de insanos mentales que no tienen respuestas ni coherentes, ni sensibles, ni pertinentes, ni de ningún tipo ante el drama de la inseguridad. Izarra quiso burlarse del sociólogo Roberto Briceño León, pero consiguió burlarse macabramente del país. Izarra quiso burlarse y descalificar a CNN y lo que logró fue descalificarse a sí mismo y a su trabajo.

Si uno va más allá, encuentra cuáles son algunos de "los postulados" que tiene el chavismo sobre la realidad y sobre el accionar político:

  • Desde su singular visión del mundo, lo que se ve es lo que existe. No hay más nada. Por extensión, lo que se habla es lo que existe. Y por reducción, lo que habla el Comandante es lo que verdaderamente existe.
  • La realidad es manipulable y reductible. Los medios están para eso. Deberían llamarse "medios de manipulación y/o reducción social". Lo que se muestra en los medios es parte de la realidad. Si no se muestra, no existe. Si se muestra, fue manipulado.
  • Todos los seres humanos somos manipulables. Todos somos tabulas rasas a la espera de los iluminados de turno. Las personas sólo se forman su criterio político con base en lo que digan los medios.
  • Todo se reduce, en consecuencia, a la credibilidad de la fuente. Depende de quien diga las cosas, se le cree o no. Si es opositor, no se le cree ni el Padre Nuestro. La credibilidad, la confianza, depende en buena cuenta del "ungimiento" de parte del iluminado local de turno.
  • Por tanto, los medios de manipulación son tanto o más importantes que los medios de producción. Es una especie de postmarxismo. Si controlo los medios, controlo la realidad, controlo a todos. Incluso, si controlan los medios de manipulación, creen que controlan hasta la producción.
  • Si en los medios no aparece la palabra inseguridad, es que no existe violencia. No importa que a usted lo hayan atracado esta mañana, alguna vaina rara debe haber pasado para que eso ocurriera... pero no es que haya inseguridad. Así se entiende aquella frase infeliz de "la sensación de inseguridad".
  • Si en los medios aparece violencia o muertes, no es reflejo de la realidad. Es manipulación intencionada de la realidad. Con algún fin desestabilizador, claro está. Para subvertir el orden establecido. La visión policial o persecutoria típica de regímenes paranoicos y autoritarios.
  • Por eso, la portada de El Nacional del viernes ni de vaina es reflejo de la realidad -según este esquema chavista postmarxista-, es un intento descarado de golpe, porque están manipulando para subvertir a un país feliz, que vive tranquilo con su gran timonel llanero. Por eso van a demandar a El Nacional, quien por cierto también jugó esta vez con todas estas reglas de juego que estamos nombrando del chavismo.
  • Detrás de todo esto está la idea de que "si no nombro a la realidad, esta no existe". O lo que es lo mismo, "la realidad la hago yo... y la puedo torcer". Lo cual nos lleva a una suerte de megalomanía francamente patológica.

Al final, con todas sus palabras, bastante baja la intervención de Izarra, más por lo que demostró que por lo que trató de ocultar.

No era risa nerviosa... ni de burla (aunque ese era su objetivo y así es tomado por muchos). Es peor. Era la risa de quien está enfermo de irrealidad. De quien se ha creído el cuento de la manipulación y de que todos somos manipulables.

Era la risa demencial de quien está enfermo de poder y de joder... era, en fin, la risa que se puede escuchar en cualquier rincón de cualquier sanatorio del mundo.

Venezuela & Colombia

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La vecindad geográfica, humana, económica y política de Venezuela y Colombia es uno de los valores más importantes cultivados por ambos Estados durante los últimos 100 años. Por supuesto, con altas y bajas. A veces más bajas que altas, pero siempre apuntando a la construcción de una convivencia productiva -en todos los sentidos- y pacífica.

No olvido que Colombia y Venezuela han tenido por muchos años una disputa de demarcación limítrofe respecto al Golfo de Venezuela. Esa ha sido históricamente la principal disputa entre ambos países. Sin embargo, podría decirse que a partir de 1995 -a raíz del ataque guerrillero al puesto fluvial venezolano de Cararabo, mejor conocido como la masacre de Cararabo-, la agenda política y diplomática ha incorporado a la guerrilla como parte de los asuntos a tratar.

La masacre de Cararabo (estado Apure), en febrero de 1995, ocurrió durante el segundo gobierno de Rafael Caldera. En Colombia gobernaba para entonces Ernesto Samper. Recuerdo perfectamente que a raíz del ataque se habló desde Colombia de la posibilidad de instaurar la llamada "persecución en caliente", o lo que es lo mismo, permitir al ejército colombiano traspasar nuestra frontera siempre y cuando se persiguiera a guerrilleros.

La propuesta fue firmemente rechazada por el gobierno venezolano. Gracias a Dios ocurrió de esa manera. A pesar de la tragedia ocurrida en Cararabo y del dolor de los venezolanos, se mantuvo con firmeza la tesis de que la soberanía territorial venezolana corresponde inequívocamente a los venezolanos. Lo cual, por supuesto, traía como consecuencia un refuerzo de las políticas de desarrollo y custodia de la frontera. Era la única forma de que la guerrilla no incursionara en nuestro territorio.

Pero por las circunstancias que sea, eso no ocurrió de la manera esperada. Impedimos la persecución en caliente, pero pocos años después el nuevo gobierno venezolano se declaraba "neutral" ante el conflicto colombiano, lo que abrió la puerta a todo el despelote binacional que se vive hoy.

Obviamente, la declaración de "neutralidad" era una disposición táctica diplomática (por no decir hipócrita). Con el transcurso de la década perdida de Venezuela (1999 - 2009) quedó claro a los ojos del mundo el amplio apoyo político, diplomático, comunicacional, estratégico y territorial que el gobierno venezolano ofrecía a las FARC y al ELN.

En una habilidosa jugada política del gobierno colombiano, Chávez fue comisionado para negociar ante las FARC para apurar la liberación de los rehenes (especialmente Ingrid Betancourt, emblema para ese momento). Chávez no pudo aguantarse y traspasó los límites impuestos por el gobierno colombiano para las negociaciones, lo cual fue la excusa perfecta para sacarlo del camino y ponerlo en evidencia.

A partir de allí, llovieron los insultos, los triunfos del ejército frente a la guerrilla, las amenazas de ataques con aviones Sukhoi, los tratos cada vez más cercanos con las FARC, las amenazas de cierre de fronteras, de corte del comercio binacional y de ruptura de relaciones. Los embajadores vivieron con las maletas hechas pues cada cadena y cada ¡Aló Presidente! podría traer consigo un boleto para Caracas o para Bogotá.

Hoy, la situación no puede ser más dramática para Venezuela: con pérdidas multimillonarias por el virtual cierre del comercio binacional (que entre otras cosas trajo la grosera y espantosa corrupción de PDVAL en la importación de alimentos); con el aparato productivo nacional prácticamente desmantelado; con problemas eléctricos no solventados; con disminución grave de los ingresos por concepto de la renta petrolera; con la evidencia y la denuncia puesta sobre la mesa de la protección del Estado venezolano a los grupos terroristas colombianos; el gobierno venezolano se dispone a negociar un espacio de apertura con el nuevo gobierno colombiano.

Una taima, pues. Un "cuarto intermedio", como dicen en algunos países de la región.

Descubierta y evidenciada la relación gobierno venezolano - guerrilla; con Chávez denunciado ante la Corte Penal Internacional; lo que queda es decir: "oye vale, no es para tanto chico... cuándo he dicho yo que apoyo a la guerrilla??... nada de eso, más bien les pido que suelten a los secuestrados... que se dejen de eso de una vez chico".

Queda abrir espacios para el comercio binacional, tomar un segundo aire en plena campaña electoral, desmantelar por la nochecita y sacar por la puerta trasera los campamentos de las FARC y prometer callarse la boca al menos un añito. Eso sí, dejando colgados de la brocha a los narcoguerrilleros, con el costo político y militar que eso implique.

Llegó la hora de la verdad para la relación binacional. Y Venezuela nunca ha estado en tanta desventaja como ahora.

Como bien dice un famoso hashtag en Twitter: #grasiaChiabeTqm

Fallas técnicas... o un domingo sin Chávez

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Hoy fue suspendida la emisión 363 de ¡Aló Presidente!

Para quienes no sepan, ¡Aló Presidente! es el programa maratónico semanal del presidente Chávez, donde por igual se ordena el envío de tropas a la frontera, se riega de mentiras al país, se cantan coplas, salen regañados ministros, se insulta a la oposición, se lanzan las órdenes de la semana para el resto de los poderes públicos, se pontifica sobre la mala situación de otros países y se pelea con otros presidentes.

Puede empezar cuando el comandante quiera, a la hora que quiera... igual pasa con su culminación. Es cuando él quiera. Cuatro, cinco, seis, siete u ocho horas después.

Siendo una de las pocas "instituciones" u obra concreta y permanente del gobierno venezolano, sorprende que hoy se suspenda la emisión aduciendo "fallas técnicas".

Que a estas alturas el gobierno no pueda controlar fallas técnicas de producción de su único producto de exportación es una muestra de inutilidad descomunal. Por otra parte, si pretenden mentirnos con esa excusa de las fallas técnicas nos demuestran un desprecio olímpico a la inteligencia de todos nosotros.

En medio de una crisis diplomática sin precedentes con Colombia; de una crisis interna también sin precedentes con la Iglesia Católica y la mitad de la sociedad; en medio de un megaescándalo de corrupción e ineficiencia que retrata de cuerpo entero el espíritu del gobierno (caso PDVAL), que el presidente decida privarnos de sus magnas palabras es signo de algo extraño.

Es equiparable a la suspensión del viaje a Cuba la semana pasada, más aún si ya Fidel está de pie listo para recibirlo y para masajearle el ego en público.

A diferencia de otras veces que el presidente se desaparece un par de días y después se regocija porque le hizo falta a los demás, esta vez estamos en medio de una campaña electoral trascendental y muchos problemas.

¿En qué estará ocupado Chávez?

¿Husmeando los huesos del Libertador? ¿espolvoreándose las partículas recogidas en la exhumación? ¿Moviendo soldaditos y carritos de plástico sobre un mapa de la Gran Colombia del siglo XIX? ¿visitando ciertas coordenadas dadas por cierto gobierno vecino? ¿excavando alguna fosa para enterrar alimentos "no conformes"? ¿bañándose en la piscina de la finca de Diego Arria? ¿jugando "a la casita" en la propiedad tomada a Mezerhane? ¿exorcisándose con algún monseñor amigo? ¿buscándonos las mejores variedades de piedras para comer?

Sea lo que sea, lo más probable es que no sea nada bueno.

Así estamos.