Apuntes sobre Globovisión

  • La extraña salida de Alberto Federico Ravell, accionista y director del canal de TV Globovisión, es un buen motivo para la reflexión.

  • El pésimo manejo comunicacional de la noticia quedará para la historia: los rumores vienen desde hace tres semanas aproximadamente, al igual que los desmentidos. Hasta el día de ayer, Ravell -a través de su cuenta en Twitter: @AlbertoRavell- desmentía su salida del canal, la venta de sus acciones o el cambio de la línea editorial de la planta televisiva.

  • Temprano en la noche (08:02 pm), una desconsolada Carla Angola -periodista del canal y conductora del programa Buenas Noches-, deslizaba en su cuenta de Twitter un mensaje que no era difícil de descifrar (@CarlaAngola): "Mis queridos twitteros. Son tiempos difíciles!".

  • Minutos después (08:46 pm), Roland Carreño - conductor del programa Buenas Noches-, confirma la noticia: "Confirmado: Alberto Federico Ravell, un gran venezolano, sale de Globovisión".

  • Luego vinieron desmentedidos, llamados a la calma, regaños, amenazas de "unfollows" en Twitter y en general una pésima gerencia de una noticia que involucraba a un actor importante del quehacer nacional.

  • Nadie debe dudarlo. Nos guste o no, Globovisión simboliza parte importante de la oposición al presidente Chávez y a todo lo que está alrededor del chavismo. No sólo en Globovisión lo hicieron notar muchas veces sino que desde el mismo chavismo se jugó a aglutinar odios contra ese canal y todos sus trabajadores.

  • Es ingenuo pensar que una noticia como esa es del ámbito privado de la empresa Globovisión. Sí, es un tema de accionistas y de juntas directivas... pero definitivamente es un tema que involucra a muchos venezolanos. La misma Globovisión, a través de sus trabajadores, solicitó constantemente el apoyo afectivo, a veces presencial y una vez material de los venezolanos.

  • Las expresiones dicen mucho más las palabras (el "carómetro", como dicen algunos). Las expresiones de Gladys Rodríguez a la hora del noticiero posterior a la cadena presidencial, las caras, reacciones y estados de ánimo de Carla Angola y Kico Bautista en Buenas Noches, dieron la pauta para saber que algo importante estaba ocurriendo que ellos no podían decir.

  • Es un hecho la atroz persecución y arrinconamiento que tiene el gobierno contra Globovisión. Es un hecho documentado. La cantidad de demandas absurdas, de aperturas de investigaciones, de ofensas verbales y agresiones físicas que han tenido que soportar sus trabajadores, conforman un expediente sin precedentes en la historia del periodismo de América Latina. Son abusos que seguramente serán llevados al Tribunal Penal Internacional.

  • El "comunicado" de anoche a las 11 y algo de la noche dió vergüenza. Aquello de que "Globovisión ni se compra ni se vende" está más cerca de la taberna que de la empresa seria y responsable que es y que debe seguir siendo.

  • Quién sabe cuáles son los verdaderos vericuetos de esa noticia. La contundente declaración de Nitu Pérez Osuna frente a las cámaras de Aló Ciudadano nos indica que ella será una de las primeras en irse del canal. Lo hizo con aplomo, convicción y la serenidad que da la experiencia. Cosa que deben aprender periodistas más jóvenes.

  • ¿A qué presiones habrán sometido a Nelson Mezerhane y a Guillermo Zuloaga? Sus empresas fueron acosadas y arrastradas casi a la ruina, incluyendo el Banco Federal. Creo que esto es más allá de un simple problema de accionistas. Los accionistas pidieron la renuncia a Ravell para entregar su cabeza al gobierno. Eso está de anteojito.

  • Esta jugada política -más que empresarial- es un golpe duro en principio. No estoy de acuerdo con quienes dicen desde las filas del antichavismo que el problema era Ravell (sería entregarle demasiado poder a esa persona, que no creo lo haya tenido).

  • Pensar que ahora sí los políticos tendrán que patear la calle para ganarse el favor del pueblo es, cuando menos, una ingenuidad mayúscula. Es repetir el mismo discurso de Chávez, por decir algo suave. El problema no era Ravell, ni Globovisión, ni los partidos políticos. Todos son productos de nuestras inconsecuencias y de la inmensa crisis que nos recorre como país.

  • Hace rato no teníamos la famosa "única ventana" para conocer la realidad. Globovisión sufre, por miedo a las represalias gubernamentales, de autocensura (aunque nos duela reconocerlo). No de ahorita. Hace mucho en realidad.

  • Ahora, le tocará al gobierno lidiar con el malestar que va acumulándose como el agua represada en una montaña. Cuidado con el deslave. Generalmente comienza por donde menos se lo imagina nadie.

  • Creo que estamos asistiendo al principio del deslave final.

0 Comentarios para la Caja: