El verbo disolvente

"... Vienen como parte de todos estos planes permanentes de la ultraderecha internacional para tratar de hacer ver que en el país opera un modelo negador de la democracia y de los derechos fundamentales...

... Mientras Vargas Llosa formaba un show a su llegada al aeropuerto, a esa misma hora habían miles de venezolanos en varías plazas Bolívar del país recibiendo más de 4 millones de libros y ejemplares para su formación...

... (Érika Ortega fue) agredida por los guardaespaldas del escritor y por los periodistas del canal de ultraderecha... un agravio los sucesos para una carrera tan hermosa como lo es la Comunicación Social, la asistencia de plumas y voces mercenarias de canales que se ponen al servicio de la antipatria..."

Palabras del gran intelectual, paradigma de lo que debe ser el "hombre nuevo" que reclama para sí la revolución chavista, además Canciller de la República, Nicolás Maduro.

El mismo que armó un escándalo en el aeropuerto de New York cuando funcionarios de inmigración le pidieron el pasaporte. El mismo que una vez, hace ya unos cuantos años, estando en el Palacio Legislativo en un acto en el que hablaba Chávez, éste lo señaló y burlándose le dijo: "Nicolás pareces un león, córtate ese pelo...".

Ese señor fue el que habló de plumas mercenarias, de intelectuales que montan "chous".

La vergüenza es algo desconocido para esta camada de prohombres chavistas.

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