El verbo disolvente

El ministro del Poder Popular para Obras Públicas y Vivienda, Diosdado Cabello, calificó el llamado de paralización de actividades escolares en Caracas, por parte del alcalde metropolitano, Antonio Ledezma, como una medida "irresponsable, alarmista e inconsciente", y la consideró perjudicial para los estudiantes y representantes.


Al respecto preguntó, irónicamente, si Ledezma sabe lo que va a ocurrir para tomar este tipo de medida, y dijo que si el movimiento telúrico es la razón para suspender las clases, entonces tendría que paralizarlas todo el año.

Dicha medida Cabello la atribuyó como parte de un plan oposicionista para generar angustia y zozobra en el país.

"Esta gente tiene su plan, que es aprovechar cualquier cosa para desestabilizar", acotó el ministro Cabello.

Por esta razón, hizo un llamado a los venezolanos para que permanezcan en calma y mantener todas las previsiones, en caso de que se presente otro movimiento telúrico.

Igualmente, refutó las declaraciones de Alberto Federico Ravell, directivo del canal privado Globovisión, al sostener que "el Gobierno Nacional no está dando la cara", cuando, es un hecho público y notorio, sostuvo Cabello, que "todos los organismos del Estado tomaron acciones de forma inmediata para prevenir cualquier situación de riesgo en la población".

Incluso, dijo, que en horas de la mañana, él mismo informó a los venezolanos que los principales sistemas de transporte no sufrieron ningún daño, de igual manera hicieron reportes los demás titulares de los diferentes órganos de la nación.


Palabras de Diosdado Cabello, actual ministro de Obras Públicas (antes Ministro de la Secretaría de la Presidencia; Vicepresidente de la República; Presidente Interino; Ministro de Interior y Justicia; presidente de Conatel; Gobernador de Miranda y candidato derrotado a la reelección en Miranda).

Este señor, con esta hoja de vida, más cercana en esta época revolucionaria a un prontuario que a otra cosa, cada vez que abre la boca arroja piedras sobre el "enemigo".

¿A quién sino un enfermo se le ocurre pensar que una desgracia natural sea usada para "desestabilizar" al gobierno? ¿En qué pequeña caja de ideas cabe que alguien quiera arrear votos con la tragedia humana? Posiblemente, esas cosas se le ocurren a alguien que ya las ha pensado para sí.

¡Qué tristeza!

Ah... y que no se nos olvide que fue el mismísimo Libertador, el guía supremo de nuestros destinos, quien según las malas lenguas de la época, tuvo la poco honrosa ocurrencia de bramar ante un terremoto algo tan loco como "si la naturaleza se opone, lucharemos contra ella y haremos que nos obedezca..."

Ella, siempre terca, no obedeció antes y no lo hará ahora. La naturaleza no es revolucionaria, señor Cabello.

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