La ofrenda al líder (II)

Ayer comentaba de la solicitud de privación de libertad contra Manuel Rosales, alcalde de Maracaibo (segunda ciudad del país); ex-gobernador del estado Zulia (donde se produce la riqueza petrolera de la que vivimos todos); ex-candidato a la presidencia de la República (en 2006, frente a Chávez).


Lo insólito de Chávez y sus falderos es que han hecho resurgir a Manuel Rosales como figura política de oposición, cuando ya a ese señor le había pasado su mejor hora como líder nacional. Ciertamente, tiene un prestigio bien ganado en el estado Zulia, producto de años de trabajo y de cambios visibles en la región. No hay forma de entender, racionalmente, el empeño de Chávez en hacerse de una contraparte como Rosales, haciendo de él una víctima del aparatoso poder del Estado.

Es la vieja pelea mitológica de David contra Goliat. Sólo que en este caso, el Goliat local (Chávez) sigue viéndose y actuando como un David cualquiera.

Durante la madrugada de viernes para sábado fueron tomadas las instalaciones del aeropuerto internacional de La Chinita y el puerto de Maracaibo. Tomas "pacíficas pero armadas", es decir, con la Fuerza Armada presta para una segunda "Batalla Naval del Lago".

La Batalla Naval del Lago, la original, ocurrió el 24 de julio de 1823, cuatro años después de la Batalla de Carabobo. La del Lago, selló la independencia de Venezuela del reino español.

En este momento, militares y algunos seguidores del partido de gobierno, están en pleno jolgorio, como si hubiesen ganado una batalla de verdad.

Escuchar a los partidarios del gobierno nacional y escuchar las palabras de los representantes del gobierno local en Maracaibo da escalofríos. Son palabras de guerra, de insurrección, de defensa territorial, de gentilicios maltratados.

Por primera vez, Chávez ha logrado configurar un real estado pre-bélico en el país. La adrenalina del comandante debe estar disparándose entre esa situación pre-bélica, el estado de las finanzas del país y el derrumbe de la alianza cubano-venezolana.

Si desde Caracas no hemos sabido defender nuestros derechos, y hemos aguantado la soberbia del gobierno nacional que ha despojado a la Alcaldía Metropolitana de casi todas sus competencias y recursos, estoy seguro que Maracaibo será otro cantar. Y Chávez, así como sus militares y demás falderos, sabe que nunca ha podido humillar a los zulianos como ha humillado a Caracas y a los caraqueños.

Hoy, día de bienvenida a la primavera, podemos estar presenciando el primero de muchos estallidos que ocurrirán cuando se terminen de soltar los pocos nudos civilizados que aún nos quedan.

Dios quiera que me equivoque.

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