¿Vagones de la dignidad?



Así se les llama a los vagones (primero y último de cada tren) del Metro de Caracas. Esos vagones tienen incorporados asientos de color azul, que son de uso preferencial para personas con visión y movilidad reducida, mujeres embarazadas y personas de la tercera edad.


En realidad, es parte de un esfuerzo que desde el principio ha hecho el Metro de Caracas para educar y sensibilizar a sus usuarios. Sin embargo, dado el colapso del sistema de transporte público de Caracas, es un esfuerzo que tiene pocos resultados: a las horas de más tráfico de personas, es literalmente imposible conseguir algún puesto vacío y los llamados vagones de la dignidad en verdad se muestran poco dignos.

Lo de "vagones de la dignidad" me recuerda mucho a los "dignificados" y a los "niños de la patria" (vulgar cambio de nombre para los damnificados y los niños de la calle de siempre). No nos dimos cuenta en su momento, pero la manía nominalista que sacude al país desde hace 10 años es un síntoma de la peligrosa fantasía de que cambiando el nombre de algún lugar o institutución, se cambian las estructuras y dinámicas de funcionamiento de lo nombrado.

Así que, cuando vea un cambio de nombre producto de la afiebrada y fantasiosa mente de algún funcionario de Gobierno venezolano, por favor sospeche.

Pero el Metro, más allá de ser un medio de transporte, también se ha convertido en un medio propagandístico para el Gobierno venezolano. Todas las estaciones del Metro están tapizadas con avisos que gritan las maravillas de la revolución bolivariana y que "ahora Venezuela es de todos" (de todos los ladrones y chulos del mundo, como se dice irónicamente). Las semanas previas al referendum del 2 de diciembre, en el sistema de audio del Metro se escuchaba propaganda a favor del Sí. Igualmente, en algunos trenes, está rotulado el Ché Guevara, aquel "prócer" que seguramente era chavista sin saberlo y que está tatuado en algún lado de la humanidad de Maradona (el mismo que también desea tatuarse a Chávez en algún lugar).


Y, por supuesto, también pululan en las estaciones estos avisos (que más bien parecen amenazas) con los que el chavismo ha intentado vender la derrota de hoy como el triunfo del mañana: la frase "Por ahora" fue la que lanzó a la fama el 4 de febrero de 1992 a Chávez, en aquella especie de "Venezuelan Idol" en que finalmente se convirtió ese intento fallido de golpe de Estado, cuyas consecuencias aún pagamos todos.


Pero bueno, el Metro fue "La Gran Solución para Caracas" los primeros años de funcionamiento. Hoy, es apenas un desahogo en medio del tumulto de carros y seres humanos que recorren las calles de Caracas diariamente.

Algunos datos adicionales del Metro:
  • Comienzo de estudios de factibilidad: 1963

  • Inauguración: 2 de enero de 1983 (próximo a cumplir 25 años)

  • Pasajeros diarios: 1.500.000
    N° de trenes: 55

  • N° de líneas: 4

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